Laura Poy Solano
Periódico La Jornada
Miércoles 26 de junio de 2013, p. 42
Miércoles 26 de junio de 2013, p. 42
La población de 15 a 19 años que no estudia ni trabaja (llamada nini) tiene dos veces más posibilidades de dejar de buscar empleo y perder el contacto con el mercado laboral, pero también de ser el sector social que más dependa de los apoyos públicos, advierte el Panorama educativo 2013 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Social (OCDE).
El informe revela que los menores de 20 años son uno de los sectores más vulnerables, pues acceden a los trabajos peor remunerados. Y alerta que tener un gran porcentaje de jóvenes que no estudia ni trabaja,
a menudo refleja una situación económica en declive, pero también una ruptura en la vía tradicional en la transición de la escuela al trabajo.
Muchos estudios, señala el informe del organismo multinacional,
han confirmado la relación entre desempleo y mala salud mental, como la depresión, que puede traducirse en costos sociales adicionales para la sociedad.
En el caso de México, destaca, la población de 15 a 19 años no sólo tiene alta tasa de deserción en bachillerato, sino que 64 por ciento de los mexicanos alcanzó como nivel máximo de estudios uno inferior a la educación media superior.
La OCDE señala que en este rango de edad quienes no estudian ni trabajan
son un riesgo especial, ya que tienen menos probabilidades de participar en la educación o la formación continua. No sólo ganan salarios más bajos, incluso en comparación con quienes sólo concluyeron secundaria, también pagan menos impuestos al estar asociados a empleos informales.
Advierte que en un contexto de crisis económica los jóvenes de 15 a 19 años suelen hacer una transición de la escuela al trabajo, y son con frecuencia los primeros en encontrar empleos de calidad, pues los empleadores suelen preferir a candidatos con más experiencia. En México, señala que en promedio
se emplea un adulto joven de cada dos que ya no está en la educación.
Sin embargo, reconoce que al enfrentar un mercado laboral difícil pueden convertirse en desempleados o abandonar ser parte de la fuerza de trabajo y llegar a ser inactivos.
Se estima que en promedio, en las naciones de la OCDE, 8 por ciento de la población de 15 a 19 años no estudia ni trabaja. De ellos 2.7 por ciento está de-sempleado y 5.8 por ciento es inactivo, es decir, no está buscando un trabajo.
Debido a que la población nini es menos propensa a ser reintegrada al mercado laboral, los efectos a largo plazo para tener un empleo y perspectivas de ingreso son más complejos, lo que generará una pérdida de capital humano y de ingresos fiscales no percibidos para las economías nacionales.
Aunque reconoce que la calidad del empleo aún es un problema que deben afrontar los jóvenes, pues al menos 5 por ciento de la población de 15 a 29 años que ya no estudia en los países miembros del organismo labora sólo de tiempo parcial.
Concluye sobre el tema que debido a la crisis económica, el mercado laboral castigó más a quienes alcanzaron niveles de estudios universitarios, pero que continuaron con empleos parciales