Desde diciembre pasado la entrega de antirretrovirales, irregular y a cuentagotas: activista
Lunes 22 de marzo de 2010, p. 40
En reiteradas ocasiones, el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/sida (Censida) ha negado que exista desabasto de medicamentos para personas seropositivas; sin embargo, varios de los programas estatales están a punto de colapsar debido a que desde diciembre pasado las entregas de los fármacos han sido totalmente irregulares y a cuentagotas.
El problema afecta de manera particular a entidades con la mayor cantidad de seropositivos en tratamiento, entre ellas el Distrito Federal, estado de México y Jalisco, y se originó por la decisión de la Secretaría de Salud (Ssa) de no realizar la compra de antirretrovirales para este año hasta que se determinaran con exactitud las cantidades de fármacos requeridos.
Desde hace cuatro años la dependencia señaló que se estaba comprando de más
; luego la Auditoría Superior de la Federación (ASF) hizo el mismo señalamiento en sus informes sobre la revisión de la cuenta pública presentados en 2009 y el más reciente, hace unas semanas.
Andrea González, coordinadora del Programa de Sida del Distrito Federal, señaló que el problema es real, pero sólo para tres de los 25 antirretrovirales disponibles. No obstante, la Ssa decidió detener toda la compra que debió haberse concretado en los últimos meses de 2009.
Normalmente, dijo, Censida hacía tres entregas de fármacos a lo largo del año, la primera en diciembre y las siguientes con una diferencia de cuatro meses. De esa manera, las clínicas de atención de VIH contaban con una reserva para ese periodo. Lo que ahora ha pasado es que ésta es prácticamente inexistente y ocurre que tampoco se pueden surtir todas las recetas.
Sólo en la capital del país, existen 7 mil 800 personas inscritas al Seguro Popular portadoras del virus, que reciben las terapias que paga el Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos.
González explicó que la Clínica Condesa ha visto afectada su operación normal, empezando porque los pacientes que antes se presentaban cada tres meses por sus tratamientos, ahora tienen que ir cada mes y a veces cada semana para surtir sus recetas.
Dijo que se ha llegado al extremo de abrir las cajas
para repartir su contenido entre los pacientes que lo requieren, mientras esperamos que Censida envíe los faltantes
. El problema hizo crisis esta semana que termina, pues no había Trubada, Atazanavir y Didanosina.
Reconoció que el organismo que dirige José Antonio Izazola ha sido sensible a las necesidades que se le han presentado y busca resolverlo en el menor tiempo posible. Sin embargo, no ha habido una solución de fondo y nosotros ya no podemos
con la sobrecarga de trabajo.
Señaló que antes de que surgiera este conflicto, 60 por ciento de los asegurados acudía cada tres meses a la clínica por sus terapias. Desde enero tenemos a los 7 mil 800 cada mes
.
La funcionaria reconoció la necesidad de evitar la sobreinversión, depurar
la lista de necesidades, así como el interés que ha tenido la Ssa para hacerlo, nada más que se enfrentan con otro problema, que es la carencia de un sistema electrónico efectivo para monitorear y controlar los inventarios de las farmacias, indicó.
Dijo que en el Programa de Sida capitalino se tuvo que realizar ese trabajo a partir de 2008, cuando se encontró que varias cajas de un producto, Indinavir, caducaron en la farmacia. El proceso para regularizar el inventario duró un año y ahora, con el apoyo de la contraloría interna, el problema ya es inexistente, aseguró.
Información recabada por Luis Adrián Quiroz, integrante del Comité Técnico de Observación Ciudadana en VIH/sida, señala que Censida presentó a los laboratorios farmacéuticos sus requerimientos de antirretrovirales apenas el pasado jueves y les pidió que realicen las entregas lo antes posible
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