La carencia provocó aumento de decesos, reconoce; calcula que hay 220 mil infectados
Sábado 29 de mayo de 2010, p. 39
México carece de las condiciones para lograr un diagnóstico temprano de las personas infectadas con el virus de la inmunodeficiencia humana, a consecuencia de lo cual la tasa de mortalidad aumentó 8 por ciento en los pasados 10 años, reconoció José Antonio Izazola, director del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/sida (Censida).
En conferencia de prensa para informar sobre los resultados de la segunda reunión nacional de coordinadores de los programas estatales de sida, aseguró que atenderá las peticiones que los funcionarios le presentaron; respecto al abasto de medicamentos antirretrovirales, dijo que ayer se concretaría una compra urgente, con lo que se garantiza el surtimiento de recetas hasta julio.
Comentó que con esta adquisición las entidades que tuvieron que solicitar préstamos
de fármacos entre enero y mayo podrán pagar
.
Los laboratorios empezarán a entregar los fármacos durante la próxima semana y en las dos siguientes se distribuirán en las entidades federativas. Además se realizará la compra mediante licitación pública del resto de las terapias que se utilizarán en los meses subsecuentes.
Izazola reconoció que a causa de la carencia de medicinas, 14 personas con VIH/sida tuvieron que suspender sus tratamientos durante 72 horas.
Aunque no dio detalles sobre la zona del país donde ocurrió, aseguró que se dará seguimiento puntual al estado de salud de los pacientes, con la finalidad de verificar que mantengan bajo control sus niveles de VIH en sangre.
En cuanto a la mortalidad por sida, explicó que el principal problema es que las personas llegan muy tarde a los servicios de salud, cuando la enfermedad está muy avanzada, y su rescate se complica. Destacó que el índice de defunciones disminuye cuando los pacientes tienen acceso a los antirretrovirales en forma temprana.
Del total de muertes ocurridas el año pasado, sólo 3 por ciento fueron de individuos con más de seis meses en terapia farmacológica, mientras 13 por ciento eran personas que llevaban menos de este tiempo en tratamiento.
Otro factor que incide en el incremento de los decesos es el incumplimiento en el uso de medicamentos, así como la falta de capacitación de médicos en el manejo de los antirretrovirales.
A escala nacional existen 65 mil personas que viven con VIH/sida y reciben medicamentos; de ellas, 37 mil están afiliadas al Seguro Popular y el pago de sus medicinas está cubierto por el Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos. El resto es derechohabiente de alguna institución de seguridad social.
Llamó la atención sobre el aumento de nuevos casos de sida al año. En 2008 la cifra de pacientes se elevó en 9 mil 724 y en 2009 se agregaron otros 9 mil 605.
En tanto, las nuevas infecciones subieron 10 por ciento entre 2008 y 2009, con lo que Censida estima que en México viven 220 mil personas portadoras del virus, de las cuales 59 por ciento lo desconoce.
De ahí la importancia de aplicar medidas que permitan la obtención de diagnósticos tempranos. Se detendría la transmisión de la enfermedad y los afectados podrían empezar a tomar medicamentos antes de que su salud se deteriore y se acorte su esperanza de vida.
Para conseguir lo anterior se tendría que garantizar la disponibilidad de pruebas de detección, que sean accesibles a las personas con mayor riesgo de adquirir la infección, principalmente hombres que tienen sexo con hombres, trabajadores sexuales y usuarios de drogas inyectables.
También se requiere contar con servicios de consejería adecuada, así como ambientes sin estigma, discriminación ni homofobia. Por ahora, México carece de estas condiciones, admitió Izazola.
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