Leonardo Bastida Aguilar
El discurso público hegemónico del gobierno federal se centra en el crimen organizado, pero se olvida que la situación general del país afecta al bienestar de las familias, comentaron Susana Lerner y Lucía Melgar durante la presentación del libro Familias en el siglo XXI: realidades diversas y políticas públicas.
De acuerdo con las compiladoras del texto la legislación actual, el diseño de políticas públicas, la elaboración de planes y programas, y los discursos públicos, niegan y pasan por alto la diversidad de las familias existentes en México.
Diego Valadés, jurista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que cuando se generan nuevos derechos para las familias, por lo regular, éstos se traducen en nuevas obligaciones para la mujer por lo que se generan condiciones de inequidad.
En la presentación participó Emilio Álvarez Icaza, experto en derechos humanos, quien comentó que se debe hablar de derechos en la familia para que los sujetos sean dueños de ellos, sobre todo en el caso de los niños, a los cuales no reconoce el Estado mexicano como sujetos de derecho.
El ex titular de la Comisión de Derechos Humanos del DF mencionó que el principal problema no es la igualdad ante la ley por parte de los integrantes de las familias, sino el acceso a los derechos humanos, “ya que no puede ser posible que el lugar más peligroso para las mujeres sea su propia casa”.
A su vez, Clara Jusidman, presidenta de Iniciativa Ciudadana y Desarrollo Social, indicó que el tema de las familias ha sido descuidado de las agendas de políticas públicas, pero es necesario pensar en ellas cuando se llevan a cabo acciones gubernamentales.
Añadió que las autoridades deben analizar el efecto perverso de algunas políticas económicas o de seguridad social en las familias , así como los programas para combatir la violencia al interior de ellas, los cuales deben priorizar la relación del hombre con sus familias.
Ivonne Szasz, investigadora de El Colegio de México, refirió que en México no se visibiliza la diversidad familiar existente sino más bien se platica que la diversidad no es un valor y se hace poco énfasis en las diferencias de las personas.
La directora del Programa Universitario de Estudios de Género, María Isabel Belausteguigoitia, comentó que la familia nuclear reduce los derechos pues es muy restrictiva, “y las restricciones afectan a la democracia”.
Familias en el siglo XXI: realidades diversas y políticas públicas editado por El Colegio de México y el Programa Universitario de Estudios de Género de la UNAM surgió como resultado del seminario Familias en el siglo XXI celebrado en enero de 2009 en contrarrespuesta al VI Encuentro Mundial de la Familia apoyado por la Iglesia católica.
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