En mayo de 2009, David Ramos Benitez fue sentenciado por el delito de corrupción de menores, luego de ser sorprendido teniendo relaciones sexuales con una menor de 13 años en situación de calle. Sin embargo, se inconformó ante la sentencia y fue puesto en libertad, debido a que una magistrada argumentó que lo corrompido no se puede corromper
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El pasado domingo, este sujeto volvió a ser detenido por elementos de la Policía de Investigación cuando, de nueva cuenta, se le encontró con una niña de 12 años, también en situación de calle, a la que ofreció 100 pesos a cambio de tener relaciones sexuales con ella, delito por el que la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) lo volvió a consignar por segunda vez en menos de un año.
La fiscal de Delitos Sexuales de la PGJDF, Juana Camila Bautista Rebollar, señaló que el inculpado obtuvo su libertad pese a que hay jurisprudencias de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, las cuales señalan que aun cuando los menores estén corrompidos, no se puede seguir facilitando esa corrupción
, tesis que, confió, esta vez sea tomada en cuenta para que no se vuelva a repetir esa situación.
En esta ocasión, Ramos Benitez, taxista de 44 años de edad, fue detenido cuando se encontraba con la menor a bordo de su taxi, tipo Atos, placas A-31192, en la calle Guaramisy, de la colonia Felipe Pescador, en la delegación Cuauhtémoc.
La funcionaria explicó que los agentes, que realizan un operativo en las zonas con mayor incidencia de delitos sexuales, observaron cuando el acusado se estacionaba sobre Paseo de la Reforma y Esmeralda. Allí lo vieron hablar con una niña, que momentos después abordó la unidad.
Los policías siguieron el auto, hasta que calles adelante se volvió a estacionar. Cuando los agentes se acercaron, descubrieron que la pequeña no tenía ropa de la cintura para abajo, lo mismo que el conductor, y se encontraban en el asiento del copiloto
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La menor declaró ante el Ministerio Público que Ramos Benitez acudía con frecuencia al punto donde la recogió y ofrecía 100 pesos para que ella y otra niña accedieran a subirse al taxi. El dinero, señaló la menor, lo utilizaba para comprar comida y drogas.
La primera detención de este sujeto tuvo lugar en una gasolinería abandonada, ubicada en la calle Mercado, en la colonia Guerrero, donde se le encontró teniendo relaciones sexuales con una menor de 13 años de edad, que momentos antes había recogido en Eje 1 Norte.
Dicho predio era utilizado como pensión de autos. Algunos conductores iban acompañados de prostitutas o menores de edad, motivo por el cual se les cobraba 25 pesos por cubrir el automóvil con colchas y sábanas, a fin de que no se viera hacia el interior
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