Domingo 6 de marzo de 2011, p. 11
Como cada primer sábado de mes, desde hace dos años, la organización HIJOS México y el Comité Eureka efectuaron una protesta frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, acto mediante el cual reiteraron su exigencia de que las autoridades mexicanas investiguen seriamente el tema de los desaparecidos, y frenen dicho fenómeno.
El escrache –o señalamiento público– correspondiente a este mes fue dedicado a las mujeres, a propósito del día internacional de este género, el próximo martes, afirmó en entrevista con La Jornada Valentina López, integrante de HIJOS.
Venimos a señalar que la Suprema Corte no hace su trabajo, que es el de encontrar y castigar a los responsables y sus cómplices, y decir dónde están los desaparecidos. Este mes hemos dedicado el evento a todas las mujeres desaparecidas en México, las que lo son por motivos políticos y las que no lo son
, dijo.
El común denominador en ambos casos es la política de terrorismo de Estado
que perpetúa la violencia y la impunidad, y que ha permitido la existencia de los feminicidios, la desaparición de mujeres, y ahora los asesinatos de activistas, como Marisela Escobedo, Susana Chávez o los integrantes de la familia Reyes Salazar.
Estamos muy preocupados porque creemos que el nivel de represión que se está alcanzando es quizá más fuerte que en los años de 1970, y si nosotros seguimos permitiendo como sociedad que maten a seis integrantes de una familia y les quemen la casa, o que siga desapareciendo gente, entonces se va a seguir repitiendo
, advirtió.
El país se encuentra en una situación casi límite. Sentimos que hay gran inconformidad social, un nivel de tensión casi insoportable, que está orillando a muchos luchadores sociales a exiliarse para salvar sus vidas
.
Esta situación no cambiará por la vía judicial si antes no hay una presión de la sociedad que la genere desde abajo. Siempre hemos dicho que la única forma de que haya justicia es construyéndola con una condena social. La mayoría de la gente no sabe qué es un desaparecido, por tanto no lo denuncian, no saben qué hacer, tienen miedo, y entonces sigue ocurriendo
.
A pesar de ello, el trabajo hormiga
de denuncia que han emprendido HIJOS México y el Comité Eureka ha comenzado a dar algunos frutos, celebró.
Con una persona que nos escuche, nos ponga atención y por lo menos se entere de que esto existe, ya tenemos un avance. Antes la gente nos veía con más distancia, y ahora se empieza a acercar con nosotros y nos cuenta sus historias personales. Eso es preocupante, pero también alentador
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