Manifiestan desacuerdo con el cierre de plantas como la de Laguna Verde, en Veracruz
Si el país no usa esa tecnología, no alcanzará la meta de la estrategia nacional en la materia, la cual prevé que 35% de la generación energética será limpia hacia el año 2024: Lacoutur
Miércoles 27 de abril de 2011, p. 37
La energía nuclear es segura, económica, limpia y confiable, por lo que pedir su extinción tras el accidente en los reactores de la planta de Fukushima, ocasionado por el terremoto y el tsunami que azotaron Japón el 11 de marzo, no es lo más factible, sostuvieron investigadores de la Academia de Ingeniería (AI) y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En conferencia de prensa indicaron que hasta ahora el material radiactivo liberado en las plantas nucleares dañadas en esa prefectura no alcanza 10 por ciento del que produjo el desastre de Chernobil, que ayer cumplió 25 años; además de que no ha constituido ningún problema de salud pública ni en Japón ni en otras naciones.
Con estas afirmaciones, los expertos en energía nuclear manifestaron su desacuerdo con las voces de académicos y organizaciones ambientalistas y civiles que, tanto en México como a escala internacional, se han pronunciado por el cierre de plantas nucleares (incluida Laguna Verde, en Veracru), así como por la desaparición de dicha producción energética.
En el pronunciamiento sobre el tema que leyó Carlos Vélez, académico de honor de la AI e investigador de la UNAM, subrayó que lo sucedido en los reactores de Fukushima está lejos de los niveles de material radiactivo liberados en Chernobil.
Además, agregó, la radiación en los alrededores de la central japonesa disminuye continuamente como también las concentraciones de radiocúclidos en tierra y mar. Aunque afectan a las poblaciones locales que viven de la agricultura o de la pesca, no son un problema fuera del área de exclusión. El accidente nuclear no ha producido un solo muerto por radiación
.
Los investigadores resaltaron que toda la energía implica riesgos y costos, por lo que no es factible pensar en sustituir la energía nuclear, sino que se deben poner en la balanza los riesgos y beneficios de cada una.
Agregaron que de todos los tipos de energía existentes, la nuclear es la única con certificación internacional, de ahí su confiabilidad. Además que ante cualquier riesgo de percance hay cientos de especialistas capacitados para resolverlo.
Interrogados sobre el posible uso de energías verdes, indicaron que aún no se han desarrollado del todo por lo que su precio de producción es muy alto. Sin embargo, no hay que cerrarse
a su uso.
En el caso de un posible riesgo para México, Vélez indicó que la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias mantiene estaciones de muestreo de partículas suspendidas en el aire en varias regiones y que sólo se han detectado trazas insignificantes
de isótopos radiactivos producidos por el hombre en las estaciones de La Paz, Baja California Sur; Ensenada, Baja California, Manzanillo y Colima.
Juan Luis François Lacouture, de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, indicó que el accidente nuclear de Japón debe dejar varias lecciones como es el de generar una cultura de prevención y de respuesta hacia esos eventos.
Señaló que México tiene la capacidad, la demanda y el conocimiento para contar con más plantas nucleares seguras; sin embargo, ha faltado la decisión política. Si el país no comienza a hacer uso de la tecnología nuclear –advirtió–, no alcanzará la meta establecida en la estrategia nacional, la cual prevé que 35 por ciento de la generación de energía en el país sea limpia hacia el año 2024
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