Cimacnoticias-Redacción NotieSe Hermosillo, Son., mayo 31 de 2011. La violencia institucional que se ejerce en el Hospital Integral de la Mujer (HIMES) de Sonora hacia las adolescentes embarazadas, se traduce en malos tratos, prejuicios de las y los médicos y en negligencia médica, como le sucedió a Itzel Colin Romero. La joven de 18 años de edad, narró a Cimacnoticias que el 31 de enero de este año acudió al nosocomio para tener a su hijo. Se presentó a revisión médica en el HIMES, en donde le dijeron que todavía no estaba preparada para el trabajo de parto, pero que se quedaría internada para esperar el nacimiento. Recuerda que la atención que recibió en urgencias fue muy amable, pero en la sala de parto empezó la agresión por parte de los prestadores del servicio de salud. Comenta que el médico que la atendió “la regañó enérgicamente porque se había embarazado muy chica, y la acusó de ser muy irresponsable por haberlo hecho”. Aún a punto de parir, todavía sobre la camilla, de nuevo el doctor le repitió que era “una irresponsable” y la violencia ejercida contra ella fue de muchas formas. Itzel comenta que al pasarla a la sala de trabajo de parto no le pusieron anestesia y que al término de la operación, el doctor le dejó “un tapón” de gasas. Aún cuando pasó días con temperatura, dolor abdominal y malestar, la dieron de alta sin ofrecerle información anticonceptiva, ni de cuidados maternos para el recién nacido. Tampoco se explica por qué ningún doctor acudió a darla de alta ni algún pediatra a su hijo, sólo las enfermeras la despidieron sin brindarle alguna orientación. Al cuarto día del parto el dolor y mal olor se hicieron insoportables por las gasas que los médicos dejaron en su cuerpo. Para entonces, tenía las piernas entumecidas, por lo que no pudo levantarse; llamó a una ambulancia para que atendieran la emergencia. Una paramédica le dijo que ellos no podían retirar las gasas por lo que la trasladarían a un hospital. La llevaron al HIMES donde fue nuevamente violentada por una médica que la regañó ya que “ella debió haber ido a checarse esa gasa” y “por ser una irresponsable por haberse embarazado tan chica”. Todavía recuerda el fuerte medicamento impregnando su cuerpo. La negligencia médica de los doctores le costó pasar una semana internada en el hospital. Itzel precisó que su madre pidió el expediente para obtener una copia y una prueba de la mala atención y violencia ejercida contra su hija y que cuando quiso volver a consultarlo “éste había desaparecido”. Ante estas irregularidades, ambas acudieron a la Junta de Conciliación y Arbitraje médico buscando que los médicos que atendieron a Itzel fueran sancionados. La queja no prosperó, terminó en “un acuerdo” sin sanción para las y los médicos que pusieron en peligro la vida de Itzel. Otro término del acuerdo establece que tanto ella como su bebé serían atendidos en el hospital, sin embargo a la fecha le han negado el servicio médico argumentando “que debe pagar por su atención”. Itzel forma parte de las 10 mil 535 adolescentes sonorenses que se embarazan y tienen la necesidad de utilizar los servicios del Hospital Integral de la Mujer, ya que es la opción para atención ginecológica que ofrece el Seguro Popular. De acuerdo con la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, el HIMES incurre en violencia institucional toda vez que realiza “actos u omisiones de las y los servidores públicos que discriminan o tienen como fin dilatar, obstaculizar o impedir el goce y ejercicio de los derechos humanos de las mujeres”. |
jueves, 2 de junio de 2011
Médicos agreden a adolescentes embarazadas por “irresponsables”
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