Leonardo Bastida Aguilar
Luis Ortíz Hernández. Foto: Leonardo Bastida Aguilar
La comparación de resultados de encuestas como la Mundial de Valores, Nacional de Valores y Nacional sobre Discriminación en México indica que hay una mayor apertura social hacia la homosexualidad, sin embargo, esas mismas encuestas, en otras preguntas muestran que la homofobia no ha sido erradicada de la sociedad mexicana, explicó Luis Ortíz Hernández, investigador del Departamento de Atención a la Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) plantel Xochimilco.
En el marco de las III Jornadas Científicas y Culturales por la Diversidad Sexual, celebradas en UAM Iztapalapa, Ortíz Hernández, mencionó que los resultados de la Encuesta Nacional de Valores muestran que entre 1990 y 2005, hay una mayor receptividad de las personas a vivir con un homosexual, ya que el rechazo descendió de 55 a 34 por ciento.
Añadió que en el caso de la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México, en 2010, a la misma pregunta, 44 por ciento externó su rechazo, en contraste con 48 por ciento que lo hizo en 2005. Lo cual, aseguró el experto en salud, nos dice que hay más tolerancia hacia la homosexualidad en México.
Sin embargo, el también docente aseveró que cuando se hacen preguntas sobre si están de acuerdo en los matrimonios entre personas del mismo sexo o la adopción de menores por parte de parejas del mismo sexo, casi dos tercios de los encuestados rechazaron estas posibilidades.
Así, Ortíz Hernández comentó que estos resultados muestran cómo la homofobia toma nuevas formas, ya que no hay una homofobia abierta, en la que se asegura que la homosexualidad es una enfermedad, pero sí pervive una “homofobia sutil”.
Sobre la idea, el investigador social dijo que actualmente, la mayoría de la población reconoce la discriminación contra la comunidad homosexual, pero no acepta que puedan adoptar menores, lo cual refleja que continúa la postura de que “la homosexualidad es indeseable, una especie de enfermedad que se puede transmitir a los hijos, y por tanto, como sociedad se pretende evitar”.
Agregó que campañas como “La homofobia está out”, del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/sida, o “La homosexualidad no es un problema, la homofobia sí”, de la organización civil Letra S, Sida, Cultura y Vida Cotidiana, son importantes porque han permeado en la población, de modo tal que las personas no admiten su homofobia de manera abierta, pero al mismo tiempo han sido insuficientes para cambiar la ideología y valores enraizados en la sociedad mexicana que considera a la homosexualidad como una característica negativa.
Sobre eventos públicos como la XXXIII Marcha del Orgullo Gay de la Ciudad de México, a celebrarse el próximo sábado 25 de junio, mencionó que son necesarios para la visibilización de la comunidad gay y el acceso a derechos, aunque reconoció, “falta suscitar el cambio cultural”.
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