Eyacular y tener un orgasmo no es lo mismo: sexólogo

Disfunciones sexuales impiden a varones tener una vida sexual plena, dice David Barrios Leonardo Bastida Aguilar México DF, julio 07 de 2011. Alrededor de 70 por ciento de los hombres atendidos en Caleidoscopía, Espacio de Cultura, Terapia y Salud Sexual, padecen alguna disfunción sexual, ya sea eyaculación precoz o disfunción eréctil, que les impide tener una vida sexual plena, señaló en entrevista David Barrios Martínez. Al explicar que eyacular y tener un orgasmo no son lo mismo, el sexólogo indicó que para que un hombre tenga un orgasmo debe tener una sensación subjetiva de placer y una respuesta fisiológica manifestada a través contracciones involuntarias, donde todos los músculos, sobretodo del abdomen, se contraen. En contraste, mencionó, la eyaculación sólo es la expulsión del líquido seminal a través de la uretra. Refirió que hay varones que eyaculan, pero no alcanzan niveles de placer a pesar de sentir contracciones, debido a que estas sólo tienen la función de contribuir a la expulsión del semen, pero no de dar placer, por lo cual, eyaculan de manera precoz o son anorgásmicos. Al respecto, el también director de Caleidoscopía señaló que es común que las personas asocien a la eyaculación precoz con una excitación rápida, pero la realidad es que quienes la padecen son varones que no controlan su eyaculación, y por tanto, no obtienen placer durante su encuentro sexual. En charla con esta agencia, Barrios Martínez añadió que, por otra parte, hay hombres que pueden controlar el reflejo eyaculatorio y disfrutar de uno o más orgasmos antes de eyacular, por lo cual, son multiorgásmicos. Comentó que el mayor problema sobre la eyaculación precoz es cultural, debido a que “se nos enseña” a tener una sexualidad clandestina y acelerada, en la que la masturbación y los encuentros sexuales son rápidos y provocan un condicionamiento en el reflejo eyaculatorio que se “acostumbra” a tener una pronta respuesta sexual. Sobre la atención médica, el sexólogo dijo que es necesario combinar los tratamientos médicos basados en fármacos como la dapoxetina, con una terapia sexual integral acompañada de ejercicios eróticos y sexuales encaminados a reestructurar el erotismo de los varones, sin importar su preferencia sexual “porque están acostumbrados a encuentros sexuales veloces, y no tienen la capacidad de brindarse eróticamente a un ritmo más pausado”. “Los hombres estamos mentalizados para la eficiencia técnica, con la idea de 'la meto, eyaculo y se acabo'. Se necesitan encuentros más amplios, más cálidos”, concluyó el especialista en terapia sexual para adultos.