Guillermo Montalvo Fuentes
Foto: Guillermo Montalvo Fuentes
“No soy experto en historia ni en leyes, sólo soy un padre de familia que pretende entender a su hijo homosexual”, así comenzó Albert Arcarons Ibáñez, presidente de la Asociación Internacional de Familias por la Diversidad Sexual (FDS), con sede en Barcelona, España, la conferencia magistral que ofreció la tarde de ayer en el salón Independencia, dentro de las oficinas del Gobierno del Distrito Federal.
Acompañado por activistas defensores de la diversidad sexual en México, Arcarons habló de los principales logros, en materia de leyes, de la comunidad homosexual española, y aseguró que en casi 40 años “pasamos de una ley de vagos y maleantes, que penalizaba con prisión cualquier indicio de conducta o pensamiento homosexual, a una ley que permite a nuestros hijos e hijas homosexuales casarse y adoptar o tener hijos”
El ingeniero de profesión, pero activista por convicción, recordó cómo desde 1954 existía en España la Ley de Vagos y Maleantes, la cual sirvió como base para la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social de 1970, donde se declaraba que las personas que realizaran actos homosexuales eran un peligro para la sociedad, como los vagos, proxenetas o delincuentes comunes, y cuyas penas oscilaban entre los tres meses y los cuatro años de cárcel.
Para tales fines se establecieron dos penales, el de Badajoz y el de Huelva, con el objetivo de “rehabilitar” a los homosexuales masculinos. Los presos se dividían según sus tendencias: los pasivos iban al primero, y los activos al segundo, donde se realizaban terapias agresivas que consistían en secuenciar un determinado número de imágenes con hombres y mujeres, propinando descargas eléctricas cuando aparecía un hombre y cuando aparecía una mujer no, explicó Ibáñez.
De acuerdo con el titular de la FDS esta ley surgió como resultado de la presión ejercida por los católico-nacionalistas españoles que, debido a la expansión económica del país, y a la llegada del boom turístico, la minifalda, el bikini y las discotecas, consideraron que la sociedad perdía sus valores morales católicos.
Sin embargo, fue en diciembre de 1978, con la promulgación de la Constitución española todavía vigente, cuando se despenalizó la conducta homosexual en el ámbito civil, se reconocieron los derechos inherentes a la dignidad de la persona y se estableció el derecho del hombre y la mujer a contraer matrimonio libremente, algo que en 2005 quedaría más tangible, con la aprobación de la Ley de matrimonio, que incluye la adopción por parte de las parejas homosexuales en toda España.
Lo que falta por conseguir
Si bien los logros obtenidos en casi 40 años han sido importantes, para Albert el reto pendiente, no sólo en España, sino en todo el mundo, es la erradicación social de la homofobia, con educación sexual y cívica de la población en todos los ámbitos educativos.
Padre de cuatro hijos, Arcarons reconoció que tener un hijo homosexual lo ha hecho una mejor persona, “soy más respetuoso y comprensivo con la diversidad sexual, he dejado de ser machista”; sin embargo, está convencido que “desaprender” todas esas cosas que por generaciones se arrastran, entre ellas la homofobia, no es fácil.
“En gran medida la cultura judeocristiana es la responsable de esta situación, pues para la única cosa que se han puesto de acuerdo las tres iglesias de Jerusalén, -cristianismo, islam y judaísmo- ha sido para manifestar su inconformidad por la realización de las marchas del Orgullo Gay en Europa. Aquí es donde está el verdadero reto, desaprender todo lo que estas religiones nos han enseñado, y que no es verdad, y aprender lo que realmente es la homosexualidad”.
Luego de varias visitas a la Ciudad de México, la primera en 1973, el activista reconoció los cambios que ha experimentado la capital en materia de respeto a los derechos de la diversidad sexual, aunque señaló que el país se encuentra a la mitad del camino, pues todavía faltan algunas cosas, por ejemplo, hacer extensivas las leyes para todos los estados de la República Mexicana.
Entre las organizaciones civiles presentes ayer en la conferencia, moderada por el periodista Antonio Medina Trejo, se encontraron: Familias por la Diversidad, Federación Mexicana de Salud Sexual y Sexología, Letra S, Opción Bi, Programa Interdisciplinario de Acción Feminista, Cuenta Conmigo, y Acciona.
Al finalizar la conferencia Albert hizo un recorrido por el Centro Comunitario de Atención a la Diversidad Sexual, ubicado en Génova número 30, en la Zona Rosa.
La FDS, fundada y registrada legalmente en 2007, está integrada por miembros de familias formadas por gays, lesbianas, bisexuales, transgéneros y heterosexuales, “familias que celebran la diversidad y aspiran a una sociedad inclusiva”.
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