Domingo 28 de agosto de 2011, p. 34
El director del Centro Nacional para el Control del VIH/sida (Censida), José Antonio Izazola, difundió en el portal de Internet del organismo una carta dirigida al presidente de Aids Healthcare Foundation (AHF), Michael Weinstein, en respuesta a reacción inicial
(en hoja en blanco y sin fecha), en la que se congratula de que la organización civil decida mantener el apoyo a los centros de atención especializada en sida en México.
Aclara que nadie cuestiona la misión de AHF ni se pretende cuestionar su buen nombre. Lo anterior, luego de que en una primera misiva enviada por correo electrónico en hoja membretada, con número de oficio, fechada el primero de agosto y firmada por Izazola, éste le solicitó que la agrupación dejara de financiar actividades de prevención y tratamiento del VIH/sida. Además le recomendó que reflexionara sobre dar un mejor uso a sus recursos (La Jornada, 26/8/2011).
Las dos comunicaciones de Izazola a Weinstein fueron enviadas por Lourdes Medina, por correo electrónico, aunque la última apenas el pasado jueves 25. En ésta el funcionario informa que por la violencia de que fue víctima la propia Medina durante la clausura del Congreso Nacional de VIH/sida el pasado 29 de julio, se presentó una denuncia ante la Fiscalía Especializada en Violencia contra las Mujeres.
Además de insistir en acusar como responsable de tal agresión a Jorge Bedoya, integrante de AHF en México, Izazola afirma que existen suficientes evidencias de ello y de la presión que ejerció el activista sobre otras organizaciones civiles para que acompañaran las manifestaciones de protesta que realizaron los miembros de AHF durante el congreso, y de manera particular en la sesión de clausura.
En su respuesta, enviada apenas unas horas después de haber recibido la primera carta del director de Censida, Weinstein rechazó que su organización apoyara o participara en actos de violencia y más bien le propuso a Izazola una reunión para revisar la relación entre AHF y Censida, aunque le aclaró su decisión de mantener el apoyo a los estados de la República que se lo han solicitado, en aras de proveer servicios médicos de alta calidad en los centros especializados en el control del VIH/sida.
A su vez Izazola se congratuló de tal determinación, pero le pidió que los resultados de las actividades que financia AHF se reporten de manera separada de los servicios pagados con recursos gubernamentales, para evitar confusiones.
Al final del texto, el funcionario se refirió al tema del desabasto, denunciado por los activistas durante el Congreso Nacional de Sida, y reconoció que en México se requiere mejorar la eficiencia del sistema.
En seguida explicó a Weinstein que esto no se ha podido hacer porque en los pasados dos años –desde que llegó a la dirección de Censida– se ha ocupado de corregir modos de operación equivocados
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