El asesinato de la periodista María Elizabeth Macías Castro, jefa de información del diario Primera Hora, de Nuevo Laredo, Tamaulipas, quien fue decapitada el pasado sábado, busca generar un clima de terror que propicie la autocensura, ya que de esta forma no sólo quedarían impunes los actos del crimen organizado, sino también los nexos entre los delincuentes y muchos servidores públicos, alertaron activistas de derechos humanos.
Por su parte, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se sumaron al repudio internacional que ha generado la muerte de Macías.
Raúl Ramírez Baena, director de la Comisión Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste, señaló que además de la gravedad que ya implica una ejecución de estas características, el nuevo asesinato forma parte de una ola de violencia cuyo fin es bloquear la libertad de expresión y alentar la impunidad de los crímenes contra comunicadores.
“No salimos de la sorpresa por el bestial y terrible crimen contra Marcela Yarce Viveros y Rocío González Trápaga, y de la periodista Yolanda Ordaz de la Cruz, del diario Notiver, de Veracruz, cuando ya tenemos otro y lo más delicado es que no hay resultados en las investigaciones. La sociedad y el gremio están inermes ante las agresiones de los criminales y del Estado”, deploró el activista.
Sobre el mecanismo de protección a periodistas, anunciado en noviembre de 2010 por la Secretaría de Gobernación, denunció que en los hechos no hay ninguna defensa ni mecanismos de previsión o investigación eficiente. Vivimos en un estado absoluto de anarquía, de sálvese quien pueda, donde al comunicador no le queda más remedio que autocensurarse
.
Ramírez Baena consideró que en vez de prescindir de dicho organismo se requiere democratizarlo y mejorarlo, y de esta forma reducir poco a poco el alto nivel de vulnerabilidad
de los periodistas en México.
A su vez, Omar Rábago, titular del área de Libertad de Expresión y Protección a Periodistas de la organización Artículo 19, apuntó que el número de agresiones contra el gremio ha disminuido un poco con respecto a 2009 y 2010, pero el nivel de saña de las mismas ha aumentado de forma notable.
Estos ataques buscan acallar a los comunicadores, y el ejemplo de Elizabeth es lamentable no sólo porque informaba a través del diario tamaulipeco, sino porque también lo hacía mediante un portal de Internet donde alertaba a otros sobre los peligros de la delincuencia organizada
, apuntó.
Por medio de un comunicado la CIDH condenó la ejecución de Macías y llamó al gobierno mexicano a hacer todos los esfuerzos necesarios con el fin de prevenir que no se repitan este tipo de hechos, identificar a los responsables materiales e intelectuales de los mismos, procesarlos y sancionarlos
.
horrible asesinatode la periodista de Nuevo Laredo y consideró
esencial para la democracia y la restauración del estado de derechoque los comunicadores mexicanos puedan ejercer su profesión libremente y sin temer por sus vidas
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