Durango, Dgo., 4 de octubre. Por presiones de una asociación de padres de familia, dos adolescentes vecinas del municipio de San Juan del Río –ubicado unos 90 kilómetros al norte de la capital de Durango– fueron expulsadas de la secundaria a la que acudían, luego de haber sido liberadas de un secuestro.
Guadalupe Fierro Enríquez, madre de las menores, pidió la intervención de las autoridades estatales y señaló que las muchachas no pueden quedar excluidas de la educación básica por haber sido víctimas de un delito.
Fierro Enríquez no ofreció pormenores del secuestro y sólo señaló que ocurrió hace un par de semanas. Indicó que ambas menores estuvieron privadas de su libertad aproximadamente cuatro días, fueron liberadas y, por instrucciones médicas, se tomaron algunos días antes de regresar a la escuela.
Cuando las alumnas llegaron a la secundaria técnica número 24, la dirección de la escuela les negó la entrada, con el argumento de que así lo había decidido la asociación de padres de familia, y no habría marcha atrás.
La mamá de las afectadas acudió este martes a la Secretaría de Educación del Estado en la capital de Durango para pedir apoyo.
El secretario de Educación, Jorge Herrera Delgado, dijo que estudiará el caso porque no hay justificación para prohibir a las afectadas que se reincorporen a sus actividades escolares luego de un secuestro; al contrario, señaló, las escuelas tienen la obligación de reportar esos ilícitos para que se brinde terapia especial no sólo a los alumnos que sean víctimas de privación ilegal de la libertad, sino también a los que han presenciado balaceras o asesinatos
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