Matilde Pérez U.
Lunes 12 de marzo de 2012, p. 21
Será tierra seca, pero aquí vivimos y de ella comemos; de aquí sólo nos sacarán muertos
, es la frase que resume la convicción de los indígenas de los pueblos del Alto Balsas, Guerrero, dijo Marcelino Díaz de Jesús, integrante del Consejo para el Desarrollo de los Pueblos Nahuas del Alto Balsas.
Los indígenas están convencidos de que su fortaleza está en la unidad y saben que en cualquier momento pueden reiniciarseproyectos de desarrollo
en sus regiones y no ser consultados. La batalla que los nahuas emprendieron contra la construcción de la presa hidroeléctrica San Juan Tetelcingo debe ser revalorada y redimensionada por los jóvenes y servir de ejemplo para detener cualquier proyecto que atente contra la libre determinación de los pueblos
, dijo.
Autor del libro Alto Balsas, 20 años después –que narra la lucha que durante dos décadas sostuvieron los nahuas contra la construcción de la hidroeléctrica–, comentó que en la región se busca que las mujeres participen en las reuniones y asuman los liderazgos en la defensa por la tierra, territorio, cultura, ambiente y autonomía.
Sostuvo que con esa lucha, los pueblos del Alto Balsas sentaron el precedente de la lucha por la autonomía indígena; ésta no se aprendió en los libros, sino en la lucha cotidiana y mantuvo una visión diferente al desarrollo que pretendía imponer el gobierno
.
Aseguró que los líderes del citado Consejo de Pueblos no están sentados; ahora luchan por la construcción de caminos, escuelas, por la alimentación, por ejemplo
. Una de sus preocupaciones, agregó, es la siembra de maíz transgénico y la pérdida de las semillas originarias de la región
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