INAH: vestigios de la cultura tolteca, arrumbados en bodega de Cuautitlán
Piezas de culturas prehispánicas de distintos puntos del estado de México permanecen abandonadas en bodegas ruinosas del rancho El Terremoto, municipio de CuautitlánFoto Silvia Chávez
Silvia Chávez González
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 16 de agosto de 2012, p. 34
Jueves 16 de agosto de 2012, p. 34
Cuautitlán, Méx., 15 de agosto. Vestigios arqueológicos hallados en el ex rancho El Terremoto y otras partes del estado de México permanecen abandonados en bodegas de este municipio, y desde hace más de un año vasijas y utensilios de cerámica, además de pectorales y máscaras de conchas de alto valor cultural e histórico han sido robados, informaron autoridades municipales y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Jorge Quintanar Maldonado, director de desarrollo urbano y vivienda municipal, informó que en 2008 la construcción del conjunto urbano Joyas de Cuautitlán, en el ex rancho El Terremoto, dejó al descubierto un asentamiento militar tolteca de una época
muy anterior a los aztecas.
Durante cinco años arqueólogos del INAH efectuaron excavaciones. Sin embargo, cuando se retiraron no convinieron con la alcaldía que el sitio fuera resguardado, y
lo peor es que ha estado desapareciendo muchísimo material que estaba inventariado.
El arqueólogo José Hernández Rivero –uno de los encargados de las excavaciones– confirmó que el INAH presentó una demanda penal ante la Procuraduría General de la República por el saqueo. Dijo que el ex alcalde priísta Manuel Becerril expulsó a los investigadores del sitio, con el argumento de que el predio es propiedad municipal.
Ernesto Rodríguez Fragoso, cronista municipal auxiliar, denunció que el INAH utilizó
viejos cuartuchospara guardar los vestigios encontrados en El Terremoto y piezas arqueológicas traídas de otros sitios del estado.
En la zona se constató que dentro y fuera de una construcción en ruinas miles de pedazos de cerámica, como orejas de jarras y fragmentos de platos, se encuentran desparramados, luego que los costales que los contenían se rompieron.
Las piezas tienen inscritos números de clasificación del INAH. Cualquiera que pase por la zona puede llevarse las piezas, hurgar o terminar por romperlas, pues están al aire libre.
En otra área del predio se ubican tres cuartos cuyas puertas y ventanas están selladas con cadenas y candados.
Ahí se resguardan cajas con vasijas, utensilios y osamentas prehispánicas del estado de México. Lamentablemente alguien se dio cuenta y las comenzó a hurtar, comentó el cronista auxiliar.
Dijo que en el mercado negro una pieza prehispánica no mayor de 10 centímetros puede venderse en al menos 2 mil o 3 mil pesos.
Fernando Guerrero, coordinador de investigación del centro INAH del estado de México, recordó que la sustracción de piezas históricas es delito federal
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