Ángeles Cruz Martínez
Periódico La Jornada
Domingo 30 de septiembre de 2012, p. 34
Domingo 30 de septiembre de 2012, p. 34
Los decesos por enfermedades del corazón son la principal causa de muerte en México desde hace una década, pero sólo en ocho años aumentaron 30 por ciento al pasar de 69 mil 110 en 2000 a 89 mil 800 fallecimientos en 2008, de acuerdo con las estadísticas oficiales de la Secretaría de Salud (Ssa).
Sin embargo, ayer el titular de la dependencia, Salomón Chertorivski, informó en su cuenta de Twitter que en 2010 el número de fallecimientos ascendió a 105 mil 144, lo que representa un aumento de más de 50 por ciento en una década. También indicó que la tasa de mortalidad se ubicó en 97 por 100 mil habitantes, es decir, un deceso cada 5 minutos.
En conjunto, las afecciones isquémicas cardiacas y los accidentes cerebrovasculares rebasan la cantidad de individuos que pierden la vida por diabetes, la que por sí sola encabeza la tabla de mortalidad general nacional.
En el mundo los males del corazón también son un problema de salud pública, pues 17 millones de personas pierden la vida por estas causas. Estimaciones de la Organización Panamericana de la Salud señalan que cada cuatro segundos ocurre un accidente coronario y cada cinco segundos uno vascular cerebral.
En México se reportan 250 mil sucesos cardiovasculares al año, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), comentó Samuel Justiniano Cordero, del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Advirtió que para mantener el corazón saludable es indispensable realizar ejercicio en forma regular, llevar una dieta balanceada que incluya diariamente además de proteínas y carbohidratos, la ingesta de agua y fibra; evitar el sobrepeso, estrés y no fumar.
Por el Día Mundial del Corazón (29 de septiembre), el especialista resaltó que 80 por ciento de los casos y muertes por afecciones cardiacas se podrían prevenir sólo con estas medidas, pues a su vez evitarían el desarrollo de padecimientos como la hipertensión arterial, diabetes, colesterol elevado y/o dislipidemias.
Estas y otras enfermedades crónicas son causantes en el mediano o largo plazo de daños en la circulación sanguínea por venas y arterias, y su obstrucción es lo que con el tiempo produce un infarto al miocardio o un accidente cerebro vascular.
Estos males tienen como característica común que son silenciosos y los afectados pueden enterarse de que los tienen cuando se presenta un ataque al corazón. Los síntomas pueden ser dolor o molestias en el pecho, brazos, hombro izquierdo, mandíbula o espalda
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