Transformar delegaciones, corazón del debate para la reforma política
El DF debe ser denominado sólo Ciudad de México, con derechos iguales al resto de los estados
Primero hay que resolver el tema de la Constitución federal, advierte comisionado
Porfirio Muñoz Ledo, comisionado para la Reforma Política, en entrevista con La JornadaFoto Roberto García Ortiz
Gabriela Romero Sánchez
Periódico La Jornada
Sábado 2 de febrero de 2013, p. 33
Sábado 2 de febrero de 2013, p. 33
La conversión de las delegaciones políticas y la reforma al artículo 122 de la Carta Magna que de paso a la elaboración de la Constitución de la ciudad de México, son dos de los puntos torales en la discusión de la reforma política del Distrito Federal, consideró el ex diputado Porfirio Muñoz Ledo.
En entrevista, comentó que desde que el jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera lo nombró comisionado para la Reforma Política del DF entró en contacto con diversos actores políticos, tanto a nivel federal como local, en los que percibió un amplio consenso.
Para el conjunto de problemas implicados, sí podemos hablar de un alto nivel de consenso.
Detalló que no es un proceso que se agote en una sola reforma, sino un conjunto sucesivo de éstas.
Primero hay que resolver el tema de la Constitución federal, mientras no haya una reforma de ésta no podemos arrancar con una constitución local, y una segunda etapa, de suyo extremadamente compleja, es la elaboración de la nueva ley; se va a dotar de facultades a la Asamblea Legislativa para hacerla, se va a pensar en un régimen especial, en un referéndum, o en responsabilizar del proyecto de iniciativa al propio Gobierno del Distrito Federal.
Tras recordar que la discusión de la reforma política es un asunto que lleva mucho tiempo, el ex secretario de Estado detalló:
El DF debe ser denominado sólo Ciudad de México, porque si tiene derechos semejantes a los de los otros estados de la República, entonces ya no es un órgano de la federación, es un componente más, no es el distrito de todos los demás.
–¿El Distrito Federal sería un estado?
–Es un problema de palabras, no tendría la denominación de estado, sino de Ciudad de México, pero sus facultades y atribuciones serían semejantes a las de las demás entidades de la federación. Los ejemplos más cercanos de esto serían las ciudades de Buenos Aires y Berlín.
Expuso que además debe definirse cuáles serán las obligaciones del gobierno de la ciudad al convertirse en albergue de los poderes federales.
Hay cuestiones fiscales, como el que el gobierno federal debe contribuir al mantenimiento y a la protección de los edificios federales, de las sedes diplomáticas; es decir, lo que en otros países llaman el estatuto de capitalidad.
En su opinión, donde se necesitará de una mayor negociación es en la conversión de las demarcaciones.
Unos las han llamado ayuntamientos, otros cabildos, otros consejos territoriales, otros todavía hablan de delegaciones. También hay discusión sobre el número. Este es el corazón del debate que hay que dar.
El comisionado refirió:
Hay una corriente de opinión muy importante que está en favor de la municipalización, estoy hablando del punto intermedio entre lo que son las actuales delegaciones y lo que serían los ayuntamientos. Ahora, desde la definición jurídica, son órganos desconcentrados.
Explicó que en el proyecto de reforma constitucional que hay se habla de demarcaciones territoriales encabezadas por un consejo plural, de elección popular, para que todas las fuerzas estén representadas, y haya una participación más cercana de los ciudadanos.
Por lo que, para salvar las diferencias, propone en una primera etapa de la discusión conservar el término de demarcaciones y que sea en la constitución local donde se defina su nombre, número y funcionamiento.
Si todo mundo está de acuerdo con esto podemos pasar a una segunda etapa.
Para Muñoz Ledo el debate debe iniciar cuanto antes y tener para la segunda parte de este año la definición de lo que se quiere.
Estamos calendarizando la discusión, la metodología en muy importante. Hay quienes proponen la creación de una mesa, otros que sea la Cámara de Diputados o la de senadores, o ambas, las que discutan el proyecto presentado. Pero, también hay interés en que la ciudadanía y desde luego las autoridades locales participen. Entonces, la otra opción es que desde el principio se discuta la reforma política del DF en una mesa nacional, expusó
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