Con los permisos se lograron servicios para la ciudad, aduce ex funcionario
Ángel Bolaños Sánchez
Periódico La Jornada
Jueves 21 de marzo de 2013, p. 37
Jueves 21 de marzo de 2013, p. 37
El diputado local del PRD Adrián Michel Espino, titular de la Oficialía Mayor durante los últimos dos años del gobierno de Marcelo Ebrard, afirmó que los permisos administrativos temporales revocables (PATR) que se otorgaron en la pasada gestión permitieron obtener servicios para la ciudad que no se hubieran realizado por falta de recursos, como el rescate y mantenimiento de espacios urbanos.
En entrevista, señaló que en el caso de las plazas en las que fueron reubicados los comerciantes del Centro Histórico, con PATR en la modalidad de pago en especie como contraprestación, consistente en la remodelación y mantenimiento de los inmuebles, permitieron realizar uno de los programas de reordenamiento más exitosos, con reconocimiento incluso de la ONU.
Si nosotros no les hubiéramos dado una opción para que ellos ejercieran el comercio en un lugar establecido, tendríamos ahorita 17 mil comerciantes en la vía pública, y la otra alternativa era sacarlos por la fuerza, apuntó.
El legislador explicó que todos los PATR a título oneroso, ya sea con pago en efectivo o en especie, se actualizan cada año por dos vías: con base en la inflación o mediante avalúo, y se otorgan a 10 años, como plazo mínimo, a efecto de que el permisionario pueda recuperar su inversión. Al cabo de esos 10 años la autoridad puede renovarlo, suspenderlos o cambiar las condiciones, aunque podrá revocarlos en cualquier momento si se advierte que no se está cumpliendo con la contraprestación.
Michel afirmó que en 2010, al llegar a la Oficialía Mayor –de 2006 a 2009 fue secretario particular de Ebrard–, se hizo una revisión de todos los PATR que están sujetos a avalúo y se incrementó en casi 200 por ciento la contraprestación;
prácticamente recaudamos casi el doble de lo que se había hecho años antes, apuntó.
Al respecto, la diputada perredista Ariadna Montiel consideró que en los usos y aprovechamientos que se entregan a particulares a través de PATR se debe buscar la fórmula que más beneficie a la ciudad.
Si bien los permisos para el reordenamiento del comercio en el Centro Histórico, con pago en especie como contraprestación, resultaron una buena estrategia, en los casos en de grandes empresas la aportación debería ser siempre económica, consideró.
Advirtió que una temporalidad a 10 años de los permisos podría ser desventajosa en los casos en que cambien las condiciones, por ejemplo, los espacios en la estación del Metro Ermita
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