Urge tipificar feminicidios y crímenes por homofobia en estados: Conapred
Elizabeth Velasco C.
Periódico La Jornada
Lunes 18 de marzo de 2013, p. 13
Lunes 18 de marzo de 2013, p. 13
Es urgente aprobar en las entidades federativas que no lo consideran el tipo penal de feminicidio y los crímenes por homofobia, así como revisar y reformar los mecanismos que transfieren la culpa a la víctima –como en el caso de la violación sexual– y los que exculpan por causas injustificadas el delito de estupro, sostiene el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
En el documento Igualdad para las mujeres: garantía de acceso a todos sus derechos humanos, advierte que se ha detectado,
y resulta alarmante, que los juzgados suelen imponer penas 25 por ciento más graves a las mujeres que a los varones.
También es necesario llamar la atención sobre la manera en que las policías, los agentes del Ministerio Público y los juzgados revictimizan a las mujeres que sufren violación, estupro y secuestro.En estos casos
se imponen nuevamente los prejuicios para justificar la negligencia de la autoridad cuando a la mujer y su familia se les culpa de la tragedia sufrida.
En el estudio, que remite al Reporte sobre la discriminación en México 2012, capítulo proceso penal, recientemente publicado, se explica que existe un ambiente permisivo, creado por la impunidad y la poca importancia que dan las instituciones a la vida e integridad física de las mujeres, que ha dado lugar a que se perpetúen los delitos contra el género y se agudicen las condiciones estructurales de violencia en el país.
Los feminicidios, que inicialmente se presentaron en Ciudad Juárez y se han extendido al resto del país, son reflejo de que las mujeres
son consideradas inferiores a los hombres, razón por la cual –pese al activismo feminista y a la presión internacional– los homicidios de mujeres no se resuelven.
“Por absurdo que parezca, con frecuencia se señala a las mujeres como ‘provocadoras’ de los delitos que son víctimas. Culparlas del ilícito es particularmente común en los delitos sexuales, en los cuales se señala a los hombres como seres de instintos irrefrenables, sujetos que, por razones misteriosas, no pueden actuar racionalmente. Sin mediar explicación, con más prejuicio que argumento, la responsabilidad del delito se transfiere del perpetrador a la víctima”. La máquina discriminatoria se acentúa cuando a la
cualidad de ser mujer se añade la de ser niña, adolescente, indígena, trabajadora sexual, pobre o adulta mayor.
El estudio destaca que la violencia contra el género no es sólo una práctica de bandas criminales, sino se da en el seno familiar, en los trabajos, en las calles, en el transporte, en las escuelas, además del papel que juegan las autoridades que con la omisión del castigo contribuyen a que los delitos se repitan una y otra vez.
Ante las omisiones que persisten, el Conapred recomienda evaluar la eficacia de la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y la Trata de Personas y propone crear figuras similares en las estados que no cuenten con esa instancia y revisar con criterios más estrictos las sentencias condenatorias contra mujeres, personas con discapacidad y de la comunidad lésbico gay y transexuales, para identificar la práctica de imponer sanciones inmoderadas y tomar medidas al respecto
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