Twitter y Facebook han catalizado lo que las corporaciones mediáticas intentaron acallar
Un joven observa los balones marcados con cruces colocados en la playa Copacabana como parte de la protesta del Movimiento Río de Paz, este sábado en Río de JaneiroFoto Xinhua
Afp, Dpa y Reuters
Periódico La Jornada
Domingo 23 de junio de 2013, p. 3
Domingo 23 de junio de 2013, p. 3
Sao Paulo, 22 de junio.
La ola de protestas que sacude Brasil no tiene líderes visibles, pero una vez más las redes sociales en Internet mostraron su efectividad a la hora de organizar a cientos de miles de personas en decenas de ciudades, unidas por demandas políticas que los partidos han dejado de lado: mejores servicios públicos y fin a la corrupción gubernamental.
Torrentes de comentarios en Twitter y Facebook, decenas de videos en Youtube y millares de fotos en todas estas redes sociales electrónicas han hecho circular las ideas y las imágenes que en un principio las corporaciones mediáticas locales intentaron minimizar.
En las calles de Sao Paulo y Río de Janeiro, escenario de las mayores manifestaciones al margen de toda convocatoria partidista y sindicalista, los jóvenes marcharon con la pancarta en una mano y con el celular en la otra, para no perder registro de los acontecimientos.
El Movimiento Pase Libre, con más de 276 mil seguidores, no tiene ningún otro foro para difundir sus comunicados, pero después de 12 días de convocar a movilizaciones callejeras y una vez superado el bloqueo en la prensa local, los medios tradicionales ya propalan sus planteamientos.
El viernes por la noche, durante y después de que la presidenta emitió un mensaje televisado, la reacción fue inmediata en las redes.
Espero que cumpla todo lo que dijo. Quiero plazos, exigió una usuaria de Twitter, y otro escribió:
Dilma nos trata de idiotas en cadena nacional.
Las últimas grandes manifestaciones populares en Brasil sucedieron en la década de 1980 en las zonas urbanas de Río de Janeiro y Sao Paulo. Fueron conocidas como las marchas por
¡derechos, ya!y surgieron a raíz de la conmoción que causó la muerte en 1985 del primer presidente elegido en las urnas en 21 años, Tancredo Neves, al terminar la tercera y última dictadura brasileña en el siglo XX.
Antes de ese episodio, los principales protagonistas fueron campesinos, comunidades eclesiales de base y habitantes de barrios urbanos, en la década de 1960. En los 90, el Movimiento de los Sin Tierra y organizaciones no gubernamentalestomaron las calles por un tiempo.
Los protagonistas de la nueva ola de manifestantes son los miembros de la
generación del milenio, formada principalmente por los brasileños nacidos en la última década del siglo XX, a quienes hasta ahora se les cuestionaba su individualismo y su aparente indiferencia ante los asuntos públicos.
A causa de su naturaleza abierta, las redes son blanco fácil del escrutinio oficial, según reconoció el portavoz de la Agencia Brasileña de Inteligencia, Gustavo Weber, pero también son el eje del debate y de las polémicas.
Un video difundido por una ciudadana que se hace llamar Clara Dauden, residente en Estados Unidos, ha registrado hasta ahora 2.5 millones de visitas y durante algunos días fue usado para que los políticos tradicionales de la oposición de derecha pidieran juicio político para Rousseff.
La discusión paró hasta que la autora de la grabación, quien denunció las extremas desigualdades socioeconómicas en Brasil, aclaró que nunca fue su intención promover un juicio contra la mandataria, sólo hablar de sus problemas
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