Violan derechos de indígenas presos en Oaxaca, acusan familiares
Octavio Vélez Ascencio
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 22 de junio de 2013, p. 35
Sábado 22 de junio de 2013, p. 35
Oaxaca, Oax., 21 de junio.
Los siete zapotecas de San Agustín Loxicha encarcelados desde 1996 por delitos perpetrados a raíz de su presunta militancia en el Ejército Popular Revolucionario (EPR), denunciaron que en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 13, ubicado en Mengolí de Morelos, donde fueron reubicados el pasado 6 de junio, se violan sus derechos humanos, afirmaron sus familiares.
Los siete indígenas están acusados de homicidio calificado, conspiración, terrorismo, privación ilegal de la libertad, robo, robo de uso y lesiones, por su presunta participación en el ataque armado ocurrido en La Crucecita, en Huatulco, el 29 de agosto de 1996.
Comida mala y racionada; baño, cada tercer día
En conferencia de prensa después de acudir a la prisión, Érika Sebastián Ramírez, hija de Álvaro Sebastián Ramírez, identificado por el Estado mexicano como el comandante Teacher, dijo que los siete zapotecas fueron agredidos y torturados sicológicamente por agentes de la Policía Federal durante su traslado de la penitenciaría de Santa María Ixcotel al Cefereso 13.
Los sacaron violentamente de la celda 22 de la penitenciaría, les robaron pertenencias de valor y dinero; los tuvieron varias horas a la intemperie con las manos atadas y en posturas incómodas, y la tortura sicológica fue constante, señaló.
Expuso que las agresiones se repitieron al ingresar al Cefereso, donde estaban
custodiados por guardias y perros, indicó.
Explicó que los hijos e hijas pudieron ver a sus familiares sólo en una teleconferencia de 30 minutos. porque no les permitieron ningún contacto personal.
Los vimos con la cabeza rapada y demacrados; nos dijeron que no les han permitido salir de sus celdas y no han podido ver la luz del sol, indicó.
Subrayó que en el Cefereso 13 sólo les han proporcionado una muda de ropa desde su llegada y les permiten bañarse cada tercer día, además de que no han recibido atención médica, a pesar de que están enfermos.
Afirmó que la comida
es mala y se las racionan, a pesar de que la directora técnica del Cefereso presumió que
comen bien, y hasta mole.
Tony Luna Enríquez, hijo del ex presidente municipal Agustín Luna Valencia, sostuvo que recibió un mensaje en su teléfono celular del número 5515343796, mediante el cual le informaron de un nuevo traslado de su padre a otro penal federal
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