Familiares de desaparecidos repudian la actuación de la fiscalía de Jalisco
Exigen acceso a expedientes y conocer la verdad; la acusan de incumplir Ley de Víctimas
Familiares de jóvenes desaparecidos el 6 de julio pasado, en Lagos de Moreno, Jalisco, ayer, durante una misa en la Parroquia de Nuestra Señora de la AsunciónFoto Arturo Campos
Juan Carlos G. Partida
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 17 de agosto de 2013, p. 23
Sábado 17 de agosto de 2013, p. 23
Guadalajara, Jal., 16 de agosto.
Familiares de los cuatro jóvenes desaparecidos en Lagos de Moreno, Jalisco, cuyos supuestos restos les fueron entregados el jueves, señalaron que “en ningún momento hemos visto los documentos que den certeza sobre las circunstancias del hallazgo, las pruebas periciales realizadas por la Fiscalía General del Estado (FGE) ni los cotejos de ADN que determinen el parentesco de los suscritos con las personas cuyos restos nos fueron
ilegalmente entregados, señalaron en un comunicado.
La autoridad ha sido evidentemente omisa en cumplir lo dispuesto en el artículo 21 de la Ley General de Víctimas, que entre otros puntos nos da derecho a participar activamente en la búsqueda de la verdad, presenciar las exhumaciones, ser informadas sobre los protocolos y procedimientos que serán aplicados y designar peritos independientes, suscribieron las familias Ramírez Cárdenas, Aguilar Martínez, Espinoza Aguayo y Espinoza Hernández.
Indicaron agravios en su contra por cómo el personal de la FGE se ha conducido, al
criminalizara los muchachos, integrar la averiguación en una agencia especializada en robo de vehículos de carga pesada, negando el acceso al expediente, entregando restos sin la documentación que acredite que pertenecen a los desaparecidos y obligándolos a firmar documentos en
el escenario de vulnerabilidad en que nos colocaron, en clara violación al derecho
a la verdad, a la justicia y a la reparación consagrados en la Ley General de Víctimas.
Exigieron a la FGE pleno acceso al expediente en los términos solicitados por escrito el 9 de agosto pasado, garantizar el derecho a una opinión experta independiente para determinar los perfiles genéticos de los restos encontrados y su coincidencia con los de los suscritos.
Además, diligencia en las pesquisas, fortalecimiento de las declaraciones testimoniales y confesionales con otros medios de prueba que las validen y la garantía a su seguridad e integridad física, de sus defensores y acompañantes en estricto apego a la citada ley y a los derechos humanos.
Los 7 muchachos fueron plagiados en julio por supuesto robo a un narco, sostiene la FGE
Mauricio Ferrer y Juan Carlos G. Partida, corresponsales
Guadalajara, Jal., 16 de agosto.
Las gafas oscuras de Armando, quien rebasa 40 años, no logran ocultar su cansancio; sus ojos se notan hinchados, como si hubiera llorado todo un día. Viste una camisa a rayas, guinda; anda algo desfajado, dobla a cada segundo las rodillas y apenas se mantiene en pie dentro de la parroquia Nuestra Señora de la Asunción, en Lagos de Moreno, un municipio con poco más de 150 mil habitantes, en la región Altos de Jalisco.
El hombre no despega la mirada de una caja de madera pequeña, adornada con una coronita de flores blancas y, en un costado, una placa de metal con el logotipo del gobierno de Jalisco.
Adentro de la urna están los supuestos restos de su hijo Daniel Armando Espinoza Hernández, quien desapareció, al igual que otros cinco jóvenes y un adulto, la madrugada del 6 de julio pasado, en la colonia Lomas del Valle.
A las 12 del día de este viernes, un aplauso rompió el silencio durante la misa en el templo. El sonido de los cientos de palmas al chocar matiza la tristeza que se respira en el lugar y reconoce la valentía del señor Armando, su familia y otras tres que llevan igual número de cajas de madera, idénticas en la que hoy yace el cuerpo de Espinoza Hernández.
Ángel de Jesús Rodríguez Hernández, de 19 años; Eduardo Isaías Ramírez Hernández, de 21; José Gerardo Aguilar Martínez, de 18, y Daniel Armando Espinoza Hernández, de 22, regresaban de una fiesta en la colonia Paseos de la Montaña el 6 de julio. Desaparecieron a cinco calles de la casa de Gerardo.
Cepad: 59 plagios en la colonia
Con una diferencia de escasos minutos y distancia, Marco Antonio Ramírez Cárdenas, de 19 años, Cristian Fabián Ávila, de 18 y Rodrigo Espinoza Aguayo, de 38, también desaparecieron ese día. Los siete vivían en colonia vecinas que van de norte a sur en el ingreso a este municipio que ostenta la denominación de pueblo mágico y que en el sexenio del ex presidente panista, Felipe Calderón Hinojosa, registró 59 casos de personas desaparecidas, según datos del Centro de Justicia para la Paz y el desarrollo (Cepad).
El jueves pasado, la Fiscalía General del Estado (FGE) entregó a familiares, los restos de cuatro de los siete desaparecidos entre las 3 y las 4 de la madrugada de la fecha citada.
Los funcionarios, encabezados por el fiscal general, Luis Carlos Nájera Gutiérrez –según refirieron los familiares– entregaron féretros con los restos de Marco Antonio, José Gerardo, Daniel Armando y Rodrigo.
La entrega se realizó en una casa cercana a la Plaza de las Capuchinas, entre las 12 y las 13 horas del 15 de agosto.
Nos dieron una caja, en la que hay sólo algunos restos pequeños de huesos, como osamentas, describió uno de los familiares.
A las 17:30 horas, la fiscalía organizó una misa en el templo de la plazoleta, iglesia pequeña que suele ser usada sólo para bodas cada domingo y el resto de la semana permanece cerrada.
A mí me dijeron que la fiscalía había organizado la misa (...) Imagínate cómo están los familiares que recibieron ahí mismo los restos de los muchachos, comenta Efrén Ortega, el sacerdote que ofició la ceremonia.
Los familiares de algunos desaparecidos relatan que la semana anterior se reunieron con Nájera Gutiérrez. Éste les narró lo sucedido: En la madrugada del 6 de julio, desconocidos rompieron el cristal de una camioneta, propiedad de un narco de Zacoalco de Torres, que estaba estacionada sobre el malecón de Lagos de Moreno.
El narco ordenó a sus sicarios encontrar a los culpables del robo de una maleta que estaba dentro del vehículo. A los empleados del capo se les hizo fácil privar de la libertad a los jóvenes y al mesero. Los mataron y deshicieron los cuerpos con ácido esa misma madrugada. Al parecer para satisfacer la petición de su jefe.
La FGE informó hoy que los siete hombres fueron plagiados por la misma razón: el supuesto robo de una mochila a uno de los líderes de los cárteles de la región.
Nájera Gutiérrez aclaró a las familias que los desaparecidos eran inocentes. El fiscal regional Salvador González de los Santos, ha insistido este viernes en la versión de su jefe: que los muchachos nada tenían que ver con la delincuencia organizada.
Eso ya lo sabíamos. Nuestro muchacho nunca estuvo en nada malo (...) Es una crueldad lo que le hicieron. Sólo queremos que se acabe esta agonía, dice uno de los familiares.
A los parientes de los desaparecidos que aún no se han podido identificar con otros restos encontrados en un predio a las afueras del municipio, las autoridades les han pedido dos meses para darles un resultado confiable de las pruebas de ADN.
Las víctimas tampoco han podido acceder al expediente del caso. Narraron que la fiscalía les dijo que podían consultar el expediente, acompañados de un abogado y preferían que no se filtrara el asunto a la prensa para que ésta no los lacerara.
Las autoridades deben hacer su tarea, sobre todo en el campo judicial. No basta lo ejecutivo, se necesita lo judicial. Que haya claridad y justicia, expresó el párroco que oficia la celebración de este viernes.
Gracias, dice Armando a cada persona que le da el pésame. No pierde la amabilidad y, antes de salir de la iglesia, cede el paso a una anciana en silla de ruedas. Se aleja con las otras familias con las que la muerte les ha creado un nuevo vínculo, y con la caja de madera con restos de su muchacho, adornada con el logo oficial por un lado
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