Miles se manifestaron en tambo-urnas en defensa de Pemex y la soberanía del país
Asistentes a la concentración convocada por Morena en Paseo de la Reforma.Foto Marco Peláez
En la siguiente imagen, votación masiva para determinar la estrategia a seguirFoto Marco Peláez
Blanche Petrich
Periódico La Jornada
Lunes 7 de octubre de 2013, p. 5
Lunes 7 de octubre de 2013, p. 5
La manifestación a que convocó ayer domingo el dirigente del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, dejó tarea para los opositores a la reforma energética del Ejecutivo a corto, mediano y largo plazos. Un extenso plan de acción fue puesto a votación libre y aleatoria entre los asistentes, quienes cubrieron las dos vías de Reforma, desde la glorieta de La Palma hasta la de Colón (15 cuadras, más o menos).
Decenas de ‘‘urnas’’ –tambos petroleros habilitados como tales– se desplegaron a lo largo de la hermosa avenida. Miles se volcaron a llenar sus boletas. Así se dio el primer paso de un proceso que –adelantó AMLO– será ‘‘tan largo como sea necesario’’.
Dentro de dos días, como máximo, se sabrá el resultado, que previsiblemente logrará una abrumadora mayoría en favor del paquete completo de opciones propuesto. Muchos seguidores de esta fuerza política se abocaron de inmediato a la labor y en cuestión de horas se había concretado uno de los objetivos: hacer de la leyenda ‘‘EPN (Enrique Peña Nieto) es un traidor a la patria’’ un éxito en las redes sociales. Es decir, elhashtag se instaló como trending topicen Twitter. Modernísimo, pues, AMLO.
Los tres lineamientos que regirán el plan de acción fueron definidos por el único orador de la concentración, que fue el propio ex candidato presidencial: resistencia, desobediencia civil y no violencia. El tabasqueño recordó que las tres premisas, asumidas como valor esencial y estrategia, funcionaron antes para tres grandes revoluciones en la historia del siglo XX: para Mahatma Gandhi, en la independencia de la India; para Martin Luther King, por el respeto a los derechos civiles en Estados Unidos, y para Nelson Mandela en su lucha contra el apartheid en Sudáfrica.
Y Morena, con su organización incipiente, lo que quiere lograr es –agregó López Obrador– la transformación de México, nada menos y nada más que ‘‘la cuarta revolución’’ del país (después de la Independencia y la Reforma, en el siglo XIX, y la Revolución Mexicana, en los albores del XX).
‘‘¡Ya hace falta!’’, responde desde su lugar, en primerísima fila, El Rocky, un bolero de Tepito. ‘‘Todos sabemos todo, pero nadie dice nada’’, dice. Es un lopezobradorista de hueso colorado, que se incorporó con toda su fe desde 2006, cuando salió de la cárcel y se encontró en la ciudad la efervescencia de ese movimiento. Suele suceder que entre el líder que habla desde el podio y la gente de a pie se forma un diálogo.
Advertencia de gasolineros
Antes, la maestra de ceremonias, Jesusa Rodríguez, presta su voz a un comunicado de la Asociación de Distribuidores de Combustibles y Derivados del Norte de Guerrero, que agrupa a los dueños de 11 mil gasolineras, con una inversión de alrededor de 51 mil millones de pesos, que ofrecen empleo directo para jefes y jefas de 240 mil familias.
Advierten que, de abrirse la industria con la reforma de los artículos 27 y 28, las petroleras trasnacionales comprarán a precios bajos refinerías, ductos y terminales de distribución, favorecerán a sus propios expendios y debilitarán al sector nacional hasta lograr su desaparición.
En el sector reservado para adultos mayores, ‘‘los meros consentidos de AMLO’’, la señora Carolina Malpica, de Paseos de Taxqueña, dice: ‘‘¡Claro! Por eso los últimos gobiernos, panistas o priístas, han hecho cada vez más cuesta arriba la vida de nosotros, los de clase media’’.
AMLO y Cárdenas, ‘‘dos momentos no contrapuestos’’
La de ayer fue la tercera demostración de fuerza de Morena en menos de un mes, después de las concentraciones del 8 y 22 de septiembre. La próxima, anunció AMLO, será dentro de tres semanas, esto es, el 27 de octubre.
En el ínterin hay más movilizaciones en el horizonte. El plan comprende el cerco civil pacífico –tres, cuatro, muchas veces, subrayó López Obrador y puso énfasis en el carácter pacífico de las acciones– en el Senado, cuando se inicie el dictamen a la reforma de los artículos 27 y 28 constitucionales, que protegen la soberanía nacional sobre los hidrocarburos. El mismo cerco se trasladará a la Cámara de Diputados, si los senadores aprueban la reforma y la envían a San Lázaro.
Hay otras agendas y otras banderas de movimientos a los que el ex candidato presidencial manifestó ayer guiños, saludos o adhesiones abiertas. Por ejemplo, está la movilización del 11 de octubre de los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas, despedidos hace cuatro años. Están las marchas cotidianas de los maestros y maestras de la CNTE, a quienes López Obrador ahora sí prometió: ‘‘Lucharemos por la derogación de la mal llamada reforma educativa’’, y el día 12, cuando los convocantes del pronunciamiento ‘‘Unidad para el rescate de la Nación’’, que el pasado 19 de septiembre firmaron conjuntamente Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador, también saldrán a la calle.
‘‘No hay desencuentros irreconciliables’’
Sobre este esfuerzo, que el 18 de septiembre reunió en una comida a los dos líderes de la izquierda, bajo los auspicios de los sacerdotes Miguel Concha Malo, Raúl Vera López y el ex rector de la UNAM Pablo González Casanova –ninguno de los tres acompañó hoy el mitin de Morena, por cierto–, uno de sus operadores aclara que entre la iniciativa de Cárdenas, de convocar a una consulta para derogar las leyes energéticas una vez reformadas, y la de AMLO, que demanda una consulta antes de que sean votadas por el Poder Legislativo, ‘‘no hay desencuentros irreconciliables. Son dos momentos políticos y no están contrapuestos’’.
Falta ver si a mediano plazo estos caminos confluyen. Y falta también conocer qué efecto cobrará el plan de acción que ayer arrancó
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