Es auxiliar para la detección temprana del Alzheimer
Domingo 1º de agosto de 2010, p. 29
El sentido del olfato es una herramienta que puede auxiliar la detección temprana de algunos signos clínicos del Alzheimer. Datos oficiales estiman que casi 30 millones de personas en el mundo padecen este mal neurodegenerativo, de los cuales unos 2 millones corresponden a México.
Frente a esa realidad, investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desarrollaron el test de los olores, con el que se determina el nivel de memoria olfativa de personas de entre 60 y 80 años, con lo que se revela si tienen indicios de esta enfermedad neurodegenerativa.
Los ensayos se desarrollan en varias sesiones en las que se pide a los pacientes olfatear y comparar diversos aromas, recordar cuáles son iguales o parecidos y señalar si reconocen cada uno de los olores.
En el test, que forma parte del macroproyecto Nuevas Estrategias Epidemiológicas, Genómicas y Proteómicas en Salud Pública –impulsado por la UNAM–, sólo se aplica una prueba de concentración umbral de determinado olor ya estandarizado para la población del grupo de edad analizado.
El proyecto, que está a cargo de las investigadoras Rosalinda Guevara Guzmán y Patricia Severiano, de las facultades de Medicina (FM) y Química (FQ), respectivamente, sostiene que si el cerebro de los adultos mayores guarda información de los olores representa una prueba importante de que estas personas son capaces de recordar un aroma.
En principio se aplica una prueba para evaluar el olor umbral. Se le da un trozo de papel aromatizado a la persona sujeta a evaluación y se le pide que lo huela. A continuación se le pregunta si huele. Si la respuesta es sí, los especialistas le hacen levantar otro papel con un olor diferente y se le cuestiona si sabe qué olor es; si es capaz de identificar esa fragancia, significa que su memoria olfativa está funcionado.
Guevara Guzmán explicó el siguiente paso: Le pedimos que discrimine tres olores: dos iguales y uno diferente. Este proceso también tiene que ver con la memoria olfativa, porque debe recordar que el olor es igual a este otro, y que aquel es diferente a estos
.
Posteriormente, se aplica la prueba de la memoria olfativa, que se desarrolla en varias sesiones: primero, se pone a la persona frente a una fragancia con la que no está familiarizada. Se le informa, por ejemplo, que se trata de agave, y se le cita a la siguiente semana. En la segunda sesión se le da a oler el agave y se le pide que lo identifique. A veces duda, pero finalmente lo reconoce. Para la tercera sesión, ya distingue sin ningún problema ese olor.
La investigadora señaló que en este ejemplo la persona es capaz de recordar la esencia del agave puesto que su cerebro ya guardó la información. Esta es la prueba más importante de que es capaz de recordar un aroma
.
Cuando se presenta el caso de que el sujeto percibe el olor, pero desconoce qué es lo que huele, se le muestran unas cartulinas con los dibujos de una manzana, un plátano, una pera o una naranja, por ejemplo, y se le pregunta a qué figura corresponde. Si los identifica, es porque hizo bien la asociación visual, es decir, mantiene memoria olfativa.
La especialista aconsejó que todos los adultos de 60 años o más se apliquen el test de los olores como una medida de prevención contra el Alzheimer, a fin de averiguar si su sentido del olfato continúa funcionando de manera adecuada.
Hemos visto que cuando una persona está en estado avanzado de demencia, o ya padece Alzheimer, su memoria olfativa falla, y ya no se puede hacer nada para solucionarlo
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