Redacción NotieSe
Gafas rosadas, silbato y jeans que pertenecieron a Harvey Milk, primer funcionario electo en la ciudad que era abiertamente gay, expuestos en el museo hay de EU. Foto: El espectador.com
El Museo de Historia de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (LGBT) abrió ayer sus puertas en la ciudad de San Francisco, lo que lo convirtió en el primero de Estados Unidos en presentar, por escrito y visualmente, una cronología de la lucha y liberación de este colectivo a lo largo de las décadas.
Ubicado en el barrio de Castro, famoso por su gran comunidad homosexual, el museo exhibirá manuscritos de activistas de la población LGBT, juguetes sexuales y las gafas rosas de Harvey Milk, primer político abiertamente gay de California, electo en la década de los setenta, todo esto a través de dos exposiciones permanentes: “Nuestro extenso pasado gay”, y otra que recoge la colección de la Sociedad Histórica LGBT de San Francisco.
Paul Boneberg, uno de los responsables del lugar, mencionó que “se hizo todo lo posible para que este museo fuera tan rico, diverso y sorprendente como la comunidad de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales”.
El también director ejecutivo de Sociedad Histórica LGBT, mencionó que el origen de este proyecto fue una exposición de once meses de duración abierta en 2008, en San Francisco, la cual sirvió como prueba para comprobar la viabilidad económica del museo.
En este sentido, se estima que este primer año se requerirán 250 mil dólares para el mantenimiento del museo, lo cual será posible gracias a las donaciones. El Museo de Historia LGBT y el Museo Gay de Berlín, que abrió sus puertas en 1985, son los únicos en el mundo dedicados a este colectivo.
Perspectiva mexicana
Al respecto, Salvador Irys Gómez, director de la Semana Cultural Lésbica Gay, que desde hace algunos años se realiza en el Museo del Chopo de la Universidad Nacional Autónoma de México, dijo a esta agencia que la apertura de este tipo de espacios es una manera de reconocer a la comunidad LGBT como parte de la historia contemporánea.
En torno a la posibilidad de que México pudiera contar con un museo de estas características, Irys Gómez señaló que no obstante en materia de arte gay nacional, existe “mucha tela de donde cortar”, no existe el apoyo por parte de los gobiernos, pues aún les resulta incómodo que la gente encuentre espacios dónde cuestionar su sexualidad.
“Estas iniciativas son muy interesantes, pero no dejan de ser expresiones que incomodan a ciertos grupos, además de que impera cierta desorganización por parte de los colectivos LGBT, que no se han puesto de acuerdo, no se han dado a la tarea de rescatar cosas que se puedan exhibir”, concluyó.
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