La crisis alimentaria que se vive en el país no es un fenómeno coyuntural, como lo quieren presentar las autoridades mexicanas; es un problema que se gestó desde 2006 y que no se ha ido de México ni del mundo desde esa fecha. Va a permanecer en estos términos, según analistas internacionales, al menos los próximos 10 años
, por lo que tenemos que volver a reactivar el campo y considerar el tema de los alimentos como uno de seguridad nacional, aseguró Manuel Villa Issa, experto en asuntos agropecuarios.
En el país los gobiernos han olvidado que de la década de 1940 a 1970 México fue un enorme
productor de alimentos básicos. Incluso se exportaban grandes cantidades, al grado que de 1950 a 1960, el 60 por ciento de las divisas que entraban al país procedían de esas ventas al exterior de productos alimentarios, señaló el presidente de El Colegio de Puebla.
La producción de alimentos –dijo– ha caído al grado que un tercio de los productos básicos que actualmente se consumen son importados. Ante ello, tenemos que volver los ojos al campo, restructurar el sistema productivo y volver a producir lo más que se pueda
, advirtió el autor del libro ¿Qué hacemos con el campo mexicano?, de próxima presentación.
“El tema de los alimentos es uno de seguridad nacional, porque si llega un momento en que suceda que los alimentos son demasiado caros –que la población no los pueda comprar–, o que sean demasiado escasos –que no alcancen para toda la población–, incluso podemos llegar a tener movimientos sociales importantes en el país. Por eso es un asunto de seguridad nacional, puede llegar a trastocar la estabilidad social del país”, advirtió.
Destacó que en materia agroalimentaria las naciones se han dividido en dos grandes bloques: aquellas que tienen capacidad (recursos y capital) para producir y que protegen a su campo con subsidios, y las que carecen de esos medios.
Nosotros somos un país de importadores fuertes. Estamos en una situación parecida a la de los países africanos, con la única diferencia que sí tenemos recursos (naturales y humanos) para producir, pero no los ponemos a trabajar
para dejar de buscar en el mercado internacional alimentos, indicó.
El Barzón refirió que el aumento de precios tiene lugar por factores internacionales y nacionales que se han vuelto a configurar para crear una crisis de alimentos semejante a la de 2007-2008, lo cual ha ocasionado que los precios altos llegaron para quedarse, sin que el gobierno esté tomando ninguna definición que ayude a resolver y evitar consecuencias, como aumento de la pobreza y desnutrición
.
Alfonso Ramírez, dirigente de la agrupación, consideró “grave que el gobierno mexicano esté diciendo que este incremento de precios se debe a un ‘fenómeno natural’ de la cuesta de enero, cuando lo que que hay es una presencia nuevamente de una crisis de precios”.
En breve entrevista adelantó que este lunes entregarán una carta a la Secretaría de Economía, en la que le demandaránactuar con firmezapara frenar el incremento a los precios de alimentos
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