El Tribunal Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) realizó la primera audiencia sobre el caso de los abusos
de algunos profesores en el plantel 7 de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP). Correspondió la defensa de la maestra de literatura Patricia Marcelino, señalada por algunos abusos, como obligar a sus alumnos a comprar dos libros de 500 pesos que ella misma promueve –de los que no acepta fotocopias– o de lo contrario no les permite entrar a clase.
Se citó a los jóvenes que firmaron una carta dirigida a las autoridades de la ENP en la que denuncian los actos de la profesora. Uno a uno comparecieron ayer –sin compañía– frente a la profesora, sus dos defensores, miembros del tribunal y el abogado del plantel 7, Roberto Tello Magaña.
Nos hicieron pasar uno por uno, solos, sin defensa. Nos seguimos sintiendo en desventaja
, expresaron algunos de los estudiantes que acudieron a la audiencia.
Se quejaron de que sólo se les interrogó y que, pese a ser ellos la parte acusadora, no se les permitió hacer pregunta alguna. La defensa de la maestra nos pedía citar textualmente alguno de los párrafos de la carta que se firmó e incluso nos invitó a que mejor nos pusiéramos a estudiar.
Algunos de los jóvenes fueron acompañados por sus padres, a quienes tampoco se les permitió hablar, y cuando éstos intentaban defender a sus hijos se les pedía retirarse de la sala.
Creo que estas personas (el tribunal) están en favor de la maestra, no siento que se les hayan dado apoyo alguno a los chicos. A mí me ignoraron, cuando pregunté que cuál era la autoridad de la señora (defensora) para humillarlos, me sacaron sin palabra alguna. Pienso que esas personas están para defender a los alumnos y la maestra para enseñarles
, expresó una de las madres de familia.
La defensa de la profesora esgrimió algunos argumentos en favor de su defendida, como preguntar a los quejosos en qué les afectaban las actitudes de la docente, que como universitarios tenían que comprender que todos tienen errores
, por lo que no deberían enojarse por los cometidos por Marcelino o que no se intentara dañar
la imagen de la universidad.
A cada estudiante se le preguntó si tenía conocimiento del porqué estaba en la audiencia y si conocía las quejas contra la profesora. Cuando intentábamos preguntar, nos decían que la investigación y los cuestionamientos ya los había realizado el abogado del plantel, por lo que no nos dieron ese chance
, manifestó otro de los inconformes.
Padres de familia expresaron su preocupación de que se puedan tomar represalias contra sus hijos. Algunos chavos nos informan que esta maestra les advirtió que ella se encargaría de que muchos no pasaran del quinto año, incluso esto lo denunciaron ante el tribunal. Ojalá se atienda esa denuncia, no es posible que no se confíe en el testimonio de los jóvenes, pues les pidieron pruebas; ellos respondieron que las traían. Confiamos en que no les pase nada, los tienen identificados, esperamos que los apoyen. No queremos que les regalen calificación alguna, pero sí que los profesores los respeten
.
abusos, como el caso de Carlos Gloria, señalado por presunto
hostigamientocontra algunas estudiantes
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