Lima, Perú., 14 de abril. Alrededor de 2 millones de muertes de niños menores de cinco años de edad se podrían evitar cada año en el mundo y se reduciría 35 por ciento las condiciones de pobreza si la cobertura promedio de los esquemas de vacunación llegara a 90 por ciento. En general, la región de las Américas mantiene este nivel de protección, aunque por países aún se observan deficiencias, como en México, donde la inmunización de niños menores de un año en algunas enfermedades es apenas de 70 por ciento.
No obstante, el programa nacional de vacunación mexicano es un ejemplo regional y mundial, reconocieron especialistas participantes en el Seminario sobre Vacunas que se realiza en esta ciudad.
Llamaron la atención respecto de que mientras persiste el desafío global de erradicar males infecciosos, como la poliomielitis e incluso el sarampión, se enfrentan nuevos retos como que 20 por ciento de los tumores malignos se asocian con padecimientos provocados por virus prevenibles por vacunación, como el cérvico uterino (virus de papiloma humano: VPH) y el hepático (hepatitis B).
Las circunstancias relacionadas con pobreza juegan un papel importante en las posibilidades de mejorar las condiciones de salud de las personas, reconoce un reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS). A pesar de los progresos, dice, persiste la desigualdad y falta de equidad, lo que también explica que al año mueren 9 millones de niños menores de cinco años, la mayoría en los países en desarrollo.
Durante el foro, convocado por el Instituto Sabin de Vacunas, organización civil de Estados Unidos, y la Universidad Peruana Cayetano Heredia, Eduardo Gotuzzo, director del Instituto de Medicina Tropical Alexander von Humboldt de Perú, llamó la atención sobre que aunado al fenómeno de pobreza está el problema de la desnutrición, también en las naciones menos favorecidas económicamente.
Estimaciones de la OMS indican que una tercera parte de las defunciones infantiles se deben a la desnutrición. Además, Gotuzzo destacó que en condiciones de pobreza y deficiencias nutrimentales, el impacto de las vacunas se reduce.
De ese tamaño es el desafío que enfrentan los gobiernos, pues aunque la aplicación de biológicos para prevenir enfermedades contribuye a reducir la mortalidad infantil, así como la pobreza, es insuficiente frente a factores como el mencionado y la existencia de tuberculosis, sida y malaria, indicó.
Lucía de Oliveira, asesora regional para nuevas vacunas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), comentó que el cumplimiento de la meta del milenio relativa a la reducción de la mortalidad infantil será parcial. Sólo algunos países entregarán buenas cuentas.
En general, las naciones latinoamericanas han realizado acciones importantes, incluso por encima de otras regiones del mundo. Para ello han seguido algunos lineamientos como reconocer la relevancia de los programas de vacunación y de asignar recursos económicos para este fin. Se ha pasado del concepto de vacunación infantil a inmunización de la familia
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