Guillermo Montalvo Fuentes México DF, julio 04 de 2011. Al referirse al cáncer anal ocasionado por el Virus del Papiloma Humano (VPH), el oncólogo Carlos Aranda Flores aseveró que no es una cuestión de género o un asunto de mujeres, pues 48 por ciento de los casos de esta enfermedad se presenta en hombres homosexuales y 21 por ciento en varones heterosexuales. Aunque en México los hombres se ven dañados por el cáncer, principalmente en la próstata, el colon, el recto y los pulmones, el especialista mencionó que en neoplasias relacionadas con el VPH, el cáncer anal encabeza la lista, seguido por el de pene y orofaringe, sobre todo en aquellos con una vida sexual activa. Los homosexuales tienen una probabilidad 17 veces mayor de desarrollar cáncer anal por VPH o desarrollar verrugas genitales; riesgo que también es alto en seropositivos; sin embargo, esto no exime al resto de los hombres de prevenir y mantenerse en constante revisión para evitar estos padecimientos, pues, ya sea con alguien se su mismo sexo o no, el hombre es el “vector” para la transmisión del virus, explicó el egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México. Si bien la mayoría de los hombres que se infectan de VPH no sufren problemas de salud, Aranda señaló que algunos de los síntomas visibles pueden ser “bultos”, mejor conocidos como verrugas en el pene, los testículos, las ingles, los muslos o el ano, y que llegan a aparecer en semanas o meses después del contacto sexual con una persona infectada. Sin embargo, recordó que tener VPH no es sinónimo de cáncer, aunque sí un factor de riesgo, por lo que, dijo, es importante no sólo el uso de condón en cada encuentro sexual, sino también un tamizaje periódico, especialmente en la región anal, además de la aplicación de una vacuna que prevenga la infección del virus. De acuerdo con el especialista, existen 120 tipos virales de papiloma humano, 40 de los cuales afectan el área genital, entre ellos los del tipo 6 y 11, causantes de las verrugas, y el 16 y el 18, estos últimos “de los más agresivos desde el punto de vista oncológico”. Al respecto, Aranda Flores subrayó que en el mercado existen vacunas para evitar algunos tipos de VPH, y una de ellas lleva por nombre Gardasil, que es la única cuya efectividad se ha estudiado y comprobado tanto en hombres como en mujeres. Se trata de una vacuna con mínimos efectos secundarios que previene el cáncer cervicouterino, vulvar, vaginal, y en el caso de los hombres, verrugas y lesiones genitales externas, con lo que reduce el riesgo de cáncer de ano hasta en un 77 por ciento. Pero, al ser una medida preventiva y no curativa, Aranda recordó que Gardasil no sustituye las pruebas rutinarias de papanicolau. El esquema de vacunación consta de tres dosis -el día de la aplicación, al segundo mes y al sexto mes- con un costo aproximado de 2 mil a 2 mil 500 pesos por cada una, además de que está recomendada tanto para niñas y mujeres de 11 a 26 años de edad, como para hombres y niños de 9 a 26 años. En este último caso, son los pediatras los que prescriben el esquema de vacunación. |
sábado, 9 de julio de 2011
Homosexuales concentran 48 por ciento de casos de cáncer anal por VPH
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