Jueves 21 de julio de 2011, p. 46
La cobertura de los tratamientos de diálisis y hemodiálisis para las personas con insuficiencia renal crónica que no tienen acceso a las instituciones de seguridad social requiere de una inversión de 30 mil millones de pesos, lo que significaría aumentar seis veces el monto de los recursos que actualmente destina el Seguro Popular para pagar las terapias de 56 enfermedades de alta especialidad, como los tumores malignos de mama y cérvico uterino, así como infarto al miocardio en individuos menores de 60 años, entre otros.
Además, haría falta dinero adicional para sufragar los costos de las cirugías de trasplante de riñón y los medicamentos que los pacientes deben tomar el resto de su vida para evitar el rechazo del órgano, afirmó Salomón Chertorivski, titular de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud.
Destacó que la diálisis y hemodiálisis sólo son terapias de mantenimiento, pero no una cura de la enfermedad. El elevado costo es la razón por la que no ha sido posible que el Seguro Popular absorba los gastos de los enfermos renales.
Sin embargo, anunció que este año se sumarán a la lista de los males cubiertos por el Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos, las terapias de diálisis y hemodiálisis para niños y adolescentes que sean candidatos a recibir un trasplante de riñón, cuyo costo también será pagado por este esquema.
Aún está por definir el límite de edad de los pacientes, porque no hay dinero suficiente para incluir a todos los afectados, que, según se calcula, son entre 110 mil y 130 mil sin seguridad social.
En entrevista, el funcionario comentó que de las 110 enfermedades catalogadas por el Consejo de Salubridad General como de gasto catastrófico, el Seguro Popular cubre 56, además de las incluidas en el seguro médico para una nueva generación que protege a los niños menores de cinco años de edad.
Estos males son los más frecuentes, y de hecho –dijo– representan 80 por ciento de las posibles causas de enfermedad grave en el país. De los que están pendientes –54 males–, en este año también se incorporarán los tumores malignos de próstata, ovario y colon, informó.
Ayer La Jornada dio a conocer la situación que vive Marcelino González Martínez, habitante del estado de México, a quien le diagnosticaron insuficiencia renal crónica. Como afiliado del Seguro Popular buscó la atención médica, pero le informaron que este padecimiento no está incluido en su póliza.
Sobre el asunto, Chertorivski resaltó que el Seguro Popular cubre la totalidad de los padecimientos del primer nivel de atención, las razones por las que cualquier mexicano tendría que ir a una consulta médica
, así como 95 por ciento de las causas de hospitalización.
Donde aún hay un reto es en los padecimientos de alta especialidad, pero también recordó que en el diseño original del Seguro Popular se estableció que la cobertura de estos males sería progresiva; conforme aumenta el número de personas inscritas, en la misma medida se incrementan los recursos del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos.
El presupuesto del Seguro Popular asciende este año a 123 mil millones de pesos, de los que 8 por ciento se destina a dicho fondo, con el cual se pagan los servicios médicos de las enfermedades más graves y costosas. El primero y segundo nivel es de atención clínica absorben 89 por ciento de los recursos.
La meta es abarcar las enfermedades más frecuentes y los avances se han dado como la ley prevé, de manera progresiva, aunque siempre que los estudios actuariales aseguren que habrá recursos económicos para cubrir a todos los pacientes de manera indefinida
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