El relator especial de Libertad de Expresión de la ONU, Frank La Rue, manifestó ayer en un comunicado de prensa su más profunda consternación
por el asesinato de Ana María Marcela Yarce Ríos, periodista de la revista Contralínea, y Rocío González Trápaga periodista independiente, cuyos cadáveres atados de los pies, fueron encontrados en la ciudad de México el primero de septiembre pasado.
El relator recomendó a México tomar las medidas necesarias para garantizar una investigación independiente y ágil, que permita determinar los hechos y dar con el paradero de los responsables, para someterlos a proceso de ley.
A los familiares de las víctimas así como a todos los periodistas de México, el relator expresó su más profundo pésame y la determinación de acompañarlos en estos momentos de dolor y de lucha por la seguridad y la justicia.
El relator recordó que en agosto de 2010 realizó una visita oficial conjunta a México con la relatora de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Catalina Botero. Durante esa misión ambos relatores se entrevistaron varias veces con periodistas de la revista Contralinea, por el acoso y hostigamiento legal que han sufrido, con el propósito de obligarlos a detener sus investigaciones.
En ese informe, señala el relator de la ONU, se hace notar que Contralínea ha sufrido una disminución de la publicidad oficial, ha enfrentado múltiples demandas judiciales arbitrarias y su director fue privado de su libertad en 2009
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