Jueves 22 de septiembre de 2011, p. 34
Jalapa, Ver., 21 de septiembre. “¡Éste es un triunfo de la libertad de expresión, de los tuiteros y de la sociedad!”, gritó la cibernauta María de Jesús Bravo Pagola al cruzar la puerta del penal de Pacho Viejo, en el municipio de Coatepec, tras ser liberada junto con el profesor Gilberto Martínez Vera la tarde de este miércoles, luego del sobreseimiento de su proceso judicial.
Por la mañana, el procurador general de Justicia del estado, Reinaldo Escobar Pérez, se desistió de las acusaciones de terrorismo equiparado y sabotaje por la difusión –mediante cuentas de Twitter y Facebook– de versiones sobre supuestos ataques del crimen organizado contra escuelas públicas el 25 de agosto, por lo cual fueron detenidos el día siguiente.
El retiro de los cargos fue anunciado previamente por el gobernador Javier Duarte de Ochoa en su cuenta de Twitter: Al existir una nueva legislación que tipifica la conducta de las dos personas que causaron disturbios, la PGJE se desistirá de la acción penal
.
Al mediodía, el procurador Escobar Pérez remitió a la juez tercera de primera instancia, Beatriz Rivera Hernández, el oficio PGJ/OP/6340/2011, en el cual se desistió de las acusaciones, con fundamento en la buena fe, legalidad, honradez, objetividad, imparcialidad, eficiencia y profesionalismo que rigen la actuación del Ministerio Público en el estado
.
Escobar Pérez agregó que el desistimiento también obedeció a las recientes modificaciones al artículo 373 del Código Penal del estado. Aunque no lo menciona, el ordenamiento se refiere al delito de perturbación del orden público, que la víspera los diputados locales tipificaron como ilícito que se castiga con pena de uno a cuatro años de prisión.
Los abogados de ambos detenidos, Fidel Ordoñez y Claribel Guevara, aclararon que el desistimiento de los cargos contra sus clientes, a quienes se atribuyó provocar pánico y sicosis en la conurbación Veracruz-Boca de Río el 25 de agosto, no fue un acto de buena fe ni de magnanimidad. Simplemente se reconoció que no había delito que perseguir. Fue una pifia jurídica; el procurador se desistió porque tarde o temprano se caería este proceso ilegal
, expuso Guevara, quien aseguró que los dos cibernautas se reservarán su derecho de exigir la reparación del daño moral.
y del mundo. Una hora más tarde, cruzaron la puerta principal del reclusorio y fueron recibidos por sus familiares
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