Monterrey, NL, 21 de septiembre. El español Ramón Lucas Lucas, clérigo de los Legionarios de Cristo, sostuvo que el sexo biológico de los seres humanos queda determinado al nacer, pero también puede manifestarse como anomalía o patología
y afectar la identidad sexual
.
Horas después, la comunidad lésbico-gay de Nuevo León se manifestó en silencio frente a la parroquia de San Agustín, en el municipio de San Pedro Garza García, por considerar que el jesuita promueve el odio y la discriminación hacia los homosexuales al cuestionar su preferencia.
Un pastor de la Iglesia cristiana de la comunidad metropolitana de Monterrey –definida por los activistas como incluyente, con 13 años de trabajo por la aceptación de gays y lesbianas por sus familias
– entregó a Ramón Lucas una carta para invitarlo a un diálogo abierto, sincero y transparente
sobre la homosexualidad.
María Aurora Mota, presidenta de la asociación Género, Ética y Salud Sexual en el estado, afirmó que las tesis del jesuita dividen a las familias, pues con base en ellas los padres de los homosexuales exigen a sus hijos curarse de la enfermedad
y los culpan de no resolver la supuesta causa emocional de esa orientación.
La comunidad lésbico-gay pidió al sacerdote español respetar el artículo primero constitucional, que consagra la igualdad de derechos de todos los ciudadanos, y que reconozca la diversidad sexual como un valor.
En su gira por México, el jesuita también ha sostenido que la homosexualidad es producto deuna deficienciaen la educación o de un problema de apego hacia los padres
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