Fármacos contra disfunción eréctil, riesgo para la salud si no hay una atención integral, advierte experto

En dosis medianas favorecen la confianza en el desempeño sexual Mario Alberto Reyes-enviado Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, octubre 22 de 2011. La ingestión de fármacos contra la disfunción eréctil (DE) sin prescripción médica puede ocasionar riesgos a la salud, pues si bien el problema de erección se resuelve, no se atacan las posibles causas orgánicas como altos niveles de glucosa e hipertensión arterial, señaló el sexólogo David Barrios al participar en el VIII Congreso Nacional de Educación Sexual y Sexología. Mencionó que aún cuando los varones no presenten problemas de DE, la toma de estos medicamentos en dosis medianas o de un cuarto refuerza la confianza en el desempeño sexual. Al impartir una conferencia magistral, Barrios Martínez apuntó que ingerir “dosis de mantenimiento” de sildenafil, vardenafil y tadalafil en días alternos por parte de quienes no tienen problemas de DE puede favorecer que las personas con factores predisponentes de hipertensión, diabetes u obesidad, no desarrollen este problema, siempre y cuando se acompañe por una atención integral. “Si tenemos un hombre sano de 30 años cuya madre y hermanos son diabéticos, hay un factor predisponente que probablemente lo atacará. Si esta persona cuida su dieta, hace ejercicio, se preocupa por su salud, y toma preventivamente dosis bajas de inhibidores de la fosfodiesterasa cada dos o tres noches, aún en ausencia de una disfunción, esto favorece que haya más aporte de óxido nítrico a la pelvis y al pene y que los tejidos blandos del pene se fortalezcan y se pueda evitar en el futuro la disfunción eréctil”. No obstante, el experto aclaró que este es un conocimiento empírico, pues hasta el momento no hay trabajos científicos publicados sobre el tema. El también director de la organización civil Caleidoscopía, espacio de cultura, terapia y salud sexual, definió a la DE como un “foquito rojo” que advierte posibles daños en el cerebro y en el corazón. En este sentido, criticó el papel adoptado por algunos médicos quienes se han convertido en “receteros” de pastillas sin preocuparse por explorar la salud sexual de las personas. “Es una especie de inhibición recíproca donde el paciente no cuenta sus problemas sexuales y el médico no pregunta”. “Los receteros prescriben el fármaco sin explorar al varón, sin conocer cómo está su emocionalidad, si está ansioso, deprimido, temeroso del desempeño, no explora cómo está la relación de pareja, si tiene niveles altos de glucosa y colesterol, simplemente el recurso es síntomático y superficial”. De esta manera, dijo que si los fármacos contra la DE no se combinan con un erotismo integral y mezclan con una atención completa de los aspectos emocionales, sociales y culturales, la solución es parcial y limitada. David Barrios mencionó que aún cuando el sistema patriarcal ha dotado de poder a los hombres, en lo individual cada varón no se siente poderoso, y calificó al machismo como un “disfraz protector que oculta a un ser endeble”. En el último día de actividades del congreso, el sexólogo apuntó que los temores generados por el machismo a ser poco varonil, débil, dejar de ser proveedor, y no tener erecciones para otorgar placer, pueden fomentar ansiedad, depresión, conductas agresivas, enojos y obsesión que favorecen la DE. Por último, sobre el erotismo, aseguró que comúnmente se cree que basta con tocar los llamados “botones mágicos” (pezones, ombligo, orejas, y clítoris) para lograr una relación sexual intensa y placentera, sin antes privilegiar los vínculos afectivos y estimular la creatividad e imaginación previo al encuentro de los cuerpos. ¿Pepino o plátano sin cáscara? En el grado 4 la consistencia del pene es como un pepino, se mantiene firme para una penetración; en el grado 3 es como un plátano con cáscara; en el 2 es como un plátano sin cáscara; y en el 1 tiene la consistencia de una gelatina. Factores de riesgo reversibles de la DE Obesidad, tabaquismo, sedentarismo, estrés psicológico, alimentos altos en grasa y estrés oxidativo. Factores etiológicos de la DE Orgánicos como la diabetes e hipertensión arterial; socioculturales como el machismo, y emocionales, como el temor al desempeño sexual.