Alejandro Merino intentó durante cinco años ingresar a una universidad pública, tiempo en el que se dedicó a trabajar como cargador de burros de planchar. Hijo de madre soltera, no tenía recursos para pagar una escuela privada y mucho menos un curso de preparación para el examen de admisión a alguna institución de educación superior.
Hoy el joven de 27 años de edad estudia ingeniería en biología en el Instituto Politécnico Nacional, tras obtener una beca otorgada por el Instituto de la Juventud del DF (Injuve) que sirvió para tomar un curso de preparación académica para el examen de ingreso del año pasado.
Ayer, 250 jóvenes en situación de riesgo por sus circunstancias sociales, de los cuales 50 por ciento no tiene ninguna ocupación ni estudia, recibieron esa misma oportunidad por parte del Injuve, de tal manera que comienzan a tomar clases esta semana para presentar examen en febrero del año próximo.
De los 90 jóvenes que terminaron este curso el año pasado, 47 ingresaron a una institución de educación superior pública al terminar su curso en el Instituto Cultural y Educativo Coapa.
Javier Hidalgo, director del Injuve, explicó durante la entrega de los apoyos, que la mitad de los estudiantes, que recibirán 300 horas de preparación, han sido rechazados de diferentes instituciones de educación superior.
Agregó que en 2012 habrá 32 millones de jóvenes en el país, de los cuales se calcula que 7 millones 200 mil no estudiarán ni trabajarán, y de ellos 6 millones serán mujeres
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