Pachuca, Hgo., 8 de noviembre. El fenómeno migratorio relacionado con la educación está tomando un rumbo alarmante
aquí, pues los llamados “niños gringos” y los niños invisibles
se enfrentan en el sistema educativo estatal a la marginación, el rezago, la confusión de identidad y el bajo aprovechamiento ante la falta de una política educativa incluyente, revela un estudio al respecto realizado por María de Lourdes Acosta López y Agustín Tapia Tinajero, sociólogos de El Colegio del Estado de Hidalgo (Colehi).
Los hijos procreados por los migrantes en Estados Unidos y los que nacieron en Hidalgo, pero fueron llevados por sus padres a ese país y, en ambos casos, devueltos a territorio nacional, son etiquetados por la comunidad como “los gringos” o los invisibles
, respectivamente, y sufren problemas de integración al sistema educativo estatal.
Con base en investigaciones sobre la inserción de estos menores en el sistema educativo hidalguense, Acosta López y Tapia Tinajero encontraron que en la entidad radican alrededor de 2 mil 400 personas inmigrantes nacidas en Estados Unidos, de las cuales aproximadamente 2 mil 200 son menores de entre 4 y 14 años, cuyos padres los regresaron al país para no perder el arraigo
, porque no tienen quien les cuide o porque sus progenitores temen que cualquier trámite los delate como indocumentados.
Los municipios en los que se localiza la mayor cantidad de niños migrantes internacionales son Pachuca, Actopan, Ixmiquilpan, Tasquillo y Chapulhuacán y muy pocos (2.8 por ciento según el último dato registrado en el 2000) refieren hablar una lengua indígena, mientras 10.6 por ciento de los que tenían siete años de edad no sabían leer ni escribir.
A partir de los estudios realizados por Acosta y Tapia entre “niños gringos” e invisibles
de prescolar y primaria en los municipios de Capulhuacán (Sierra Gorda), Atotonilco El Grande (Sierra Alta), Ixmiquilpan (Valle del Mezquital), Apan (Valle de México) y Tenango de Doria (Sierra de Tenango), se detectaron conductas de inadaptabilidad que tienen que ver con el uso del uniforme y la comida hasta la ausencia de redes de amigos.
En Capulhuacán los investigadores recogieron testimonios de “niños gringos” denunciando la poca paciencia y desesperación de los maestros que no hablan inglés. Dichos testimonios también hacen mención a las diferencias entre el sistema educativo local y el estadunidense, señalando que aquí el nivel es bajo por el ausentismo de los docentes.
En Ixmiquilpan estos menores externaron su deseo de volver a sus anteriores escuelas porque están mejores y se vive mejor que en su comunidad
.
Según el citado estudio, los niveles de prescolar y primaria registran un mayor número de “niños gringos”, los cuales se incorporan al sistema educativo hidalguense en condiciones de desventaja e insuficiente apoyo escolar, teniendo como resultado logros por debajo del promedio, rezago educativo, deserción, confusión de identidad y falta de pertenencia.
Los investigadores detectaron que este grupo de hidalguenses enfrenta rezago en grados escolares cursados; por ejemplo, 37.9 por ciento de los niños de seis años no cuentan con instrucción alguna; 26 por ciento de los que tienen siete años cumplidos a lo sumo han cursado el segundo año de prescolar y sólo 34 por ciento de los que tienen 14 años han terminado la primaria.
Las estadísticas de educación prescolar de fin de curso 2008-2009 reportaron un total de mil 357 niños nacidos en Estados Unidos inscritos, 1.2 por ciento de la matrícula en los 542 centros escolares ubicados en 73 de los 84 municipios; en tanto, en educación primaria se registraron mil 487 (0.4 por ciento del total).
“A los niños gringos, dicen los expertos, el sistema educativo, los directivos y maestros no los ven, los etiquetan como iguales por nacer en México, pero son tan disímbolos como los nacidos en el extranjero. Además, esos niños no son captados estadísticamente en ningún instrumento de medición
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