La meta del milenio, comprometida por México, es bajar la tasa de decesos de 49.5 a 22 por 100 mil nacidos vivos en 2015; sin embargo, la Ssa ha dicho que esto no será posible
Miércoles 28 de diciembre de 2011, p. 33
Lograr la reducción de la muerte materna pasa por fortalecer a las parteras tradicionales y aquellas que ya cuentan con una formación técnica. Aunque esta última ya forma parte del catálogo de puestos de la Secretaría de Salud (Ssa) y existe dinero para contratar a 32 personas con esta formación, hace falta intensificar la preparación de recursos humanos, afirmó Nadine Goodman, fundadora de Casa, la única escuela de parteras profesionales del país.
Señaló que sólo Chiapas, Guerrero y Veracruz están comprometidos con la creación de este tipo de escuelas y están en vías de concretarse convenios de colaboración para reproducir el modelo de Casa en estas entidades. Sin embargo, advirtió la especialista, se requiere mucho más para que exista al menos una partera profesional en cada una de las 100 mil comunidades de menor desarrollo humano que existen en el país.
Y es que, dijo, ninguna de las acciones emprendidas por el gobierno ha logrado abatir los índices de decesos de mujeres por causas asociadas con embarazo, parto y puerperio. Por eso, aunque se reportan disminuciones, todavía la cantidad de fallecimientos es elevada.
La información oficial señala que la tasa de muerte materna en 2010 se ubicó en 49.5 por 100 mil nacidos vivos, y la meta del milenio comprometida por México es bajar el indicador a 22 por 100 mil en 2015. La Ssa ha reconocido en diferentes ocasiones que no será posible alcanzar dicho objetivo. Lo anterior, a pesar de que el programa oficial reconoce las carencias en los servicios de salud, tales como falta de medicinas y escaso entrenamiento de médicos y enfermeras en la resolución de emergencias obstétricas. Otro problema es la dificultad que enfrentan las mujeres para llegar a los hospitales. Se trata, pues, de un asunto con diversas aristas a atender. Las acciones aisladas no han tenido más que éxitos parciales.
Hace falta intensificar la preparación de recursos humanos, afirma Nadine Goodman, fundadora de CasaFoto Fabrizio León
La experiencia de Casa demostró que es posible lograr mejores resultados con las parteras profesionales que trabajan en el primer nivel de atención. El hospital y escuela de la asociación civil se localiza en San Miguel de Allende, Guanajuato, y en el periodo de 2002 a 2205 se registraron cinco muertes maternas en ese municipio, ninguno en Casa, mientras en la entidad fallecieron 58 mujeres.
La atención prenatal que proporcionan parteras profesionales a la embarazada también ayuda a reducir el número de operaciones cesáreas. En el periodo señalado, el hospital de Casa reportó 13 por ciento de operaciones quirúrgicas de este tipo, mientras a nivel estatal el indicador fue de 35 por ciento.
Otro aspecto que da cuenta de los beneficios de la atención proporcionada por parteras profesionales es la disminución en el bajo peso al nacer los bebés. En Casa fue de 4.6 por ciento entre 2002 y 2005, en tanto que en Guanajuato fue de 10.9 por ciento. El bajo peso al nacer pone en riesgo la vida del recién nacido.
El reconocimiento del valor que aportan las parteras profesionales llevó a la Ssa a reconocer dicho trabajo e incluso el hospital de Casa obtuvo la acreditación del Seguro Popular, es decir, forma parte de la red de prestadores de servicios para las afiliadas a ese esquema.
A partir de marzo de 2011, la Ssa aprobó la inclusión del puesto de partera profesional, con nivel técnico, en su catálogo de puestos, por lo que se asignaron recursos para contratar a 32 de estas profesionistas. A la fecha se han ocupado alrededor de 20 plazas. Lo que falta, señaló Goodman, es fortalecer la preparación de recursos humanos. Para ello se requiere la participación y compromiso de las autoridades estatales y federales, apuntó
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