sábado, 3 de marzo de 2012
En México la justicia es una quimera, afirma Édgar Cortez
El texto aborda la desaparición forzada, la cual persiste en la actualidadAriane DíazPeriódico La JornadaSábado 3 de marzo de 2012, p. 19Hace poco más de 37 años, cinco integrantes de la familia Guzmán Cruz (el padre, José de Jesús, y cuatro de sus hijos: Amafer, Armando, Solón y Venustiano) fueron detenidos, torturados y desaparecidos por el Ejército Mexicano y la entonces Dirección Federal de Seguridad en Tarejero, comunidad purépecha de Michoacán.La historia de los cinco activistas, el contexto en el cual se dieron las desapariciones y la lucha de sus familiares por conocer su paradero y obtener justicia está plasmada en el libro Mártires de la democracia, escrito por Abdallán Guzmán Cruz y Julio Pimentel Ramírez, presentado el pasado jueves en el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh).Édgar Cortez, del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (Imdhd), apunta en la introducción del libro que en México “aún nos aguarda un largo camino para acceder plenamente a la justicia en estos casos, pues el entramado institucional está diseñado para asegurar la impunidad y que la justicia sea una quimera”.En entrevista, José Rosario Marroquín, director del Centro Prodh, comentó que “uno podría cambiar nombres y fechas a la hora de la descripción de las desapariciones y estaría leyendo una historia actual”.Subrayó que a lo largo de las últimas cuatro décadas ha cambiado el motivo de persecución pero se mantienen las estructuras políticas y de funcionamiento de los cuerpos policiales y militares que cometen atropellos contra los activistas.Así, durante la llamada guerra sucia se atacaba al comunismo, en la década de los noventa el pretexto era la violencia en la ciudad de México y hoy es la lucha contra la delincuencia organizada.Recordó que ante la nula disposición de las autoridades para investigar las desapariciones forzadas y, por ende, la falta de sanción de abusos cometidos por cuerpos policiacos, diversas organizaciones defensoras de derechos humanos han retomado algunos casos concretos para presentarlos ante instancias internacionales en busca de justicia.Por lo que toca a la familia Guzmán Cruz, su caso está ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos desde 2006.El texto –realizado con el apoyo de la Fundación Diego Lucero, el Centro Prodh y el Imdhd– se compone por un capítulo de contexto histórico; otro sobre la familia Guzmán Cruz y uno más dedicado a la narración de las detenciones de los cinco miembros de esa familia y tres personas más.Luego sigue un capítulo por cada uno de los desaparecidos de la familia Guzmán Cruz; otro para el hermano de las víctimas, autor del libro y preso político, Abdallán Guzmán Cruz; uno más dedicado a la madre y viuda de los activistas, Salud Cruz Jiménez, y por último, el recuento de la travesía de la familia por acceder a la justicia
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