En Ciudad Juárez, activista denuncia que fue torturado y amenazado de muerte
Se presentó como defensor independiente de derechos laborales y por acceso a la salud pública
Rubén Villalpando
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 10 de julio de 2012, p. 18
Martes 10 de julio de 2012, p. 18
Ciudad Juárez, Chih., 9 de julio. Un activista de la ciudad de Chihuahua fue golpeado y amenazado de muerte en Ciudad Juárez por un grupo de sujetos armados que se cubrieron la cara con capuchas, informó el implicado la noche del domingo.
Manuel Acosta Acosta, de 51 años, se presentó ese día en las oficinas de El Diario de Juárez, donde dijo ser un luchador social independiente abocado a la defensa de derechos laborales de la población sin recursos económicos, así como de personas que son rechazadas en las diferentes instituciones de salud pública, trabajos por los que, dijo, ya había recibido amenazas de muerte.
Manifestó que el sábado por la tarde lo levantaron varios hombres armados, quienes le pegaron con cachas de pistola y le advirtieron que no tenían orden de matarlo, sino sólo de
dejarle una huellapara que se retirara de la lucha social.
Acosta Acosta expresó que el viernes pasado llegó a Ciudad Juárez y que se encontraba en los alrededores del Hospital General cuando un grupo de hombres armados y encapuchados bajaron de una camioneta Ford Lobo color gris y, a culatazos, lo obligaron a subir al vehículo.
Detalló que le cubrieron los ojos y lo retuvieron por al menos dos horas en un inmueble, donde lo golpearon y torturaron con bolsas de plástico en la cara para evitar que respirara.
Acosta anunció que solicitará una entrevista con el gobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, para informarle de la agresión y solicitarle que intervenga, pues teme presentar la denuncia respectiva ante la Fiscalía General del Estado.
En la entidad, durante la guerra entre los cárteles de la droga de Sinaloa y Juárez, desde 2007 han matado a 18 personas dedicadas a la defensa de los derechos humanos; cuatro más tuvieron que huir de la ciudad por las amenazas de muerte que recibieron, igual que los integrantes de la familia Reyes Salazar y la de Marisela Escobedo.
La última luchadora social asesinada en Ciudad Juárez fue Susana Castillo, creadora de la frase
Ni una másel 6 de enero del 2011, a manos de tres jóvenes que no fueron detenidos ni identificados
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