México destina menos de 1% de su gasto público a salud mental, lamenta especialista

México destina menos de 1% de su gasto público a salud mental, lamenta especialista

Políticas y programas gubernamentales son insuficientes, señala el siquiatra Alejandro Nenclares

Carolina Gómez Mena

 

Periódico La Jornada
Viernes 7 de septiembre de 2012, p. 42

Las políticas, los programas y los recursos destinados a la atención de salud mental son insuficientes, señaló el siquiatra Alejandro Nenclares Portocarrero, quien detalló que mientras países desarrollados destinan 6.59 por ciento de su gasto público a salud mental, México está por abajo de uno por ciento.

En conferencia de prensa en la que habló de la depresión –mal que afecta a uno de cada 10 mexicanos– y de la epilepsia, la cual se calcula está presente en 12 casos por cada mil habitantes, el siquiatra destacó que las sicopatologías con mayor presencia en el país son las adicciones, la depresión y la ansiedad, y acotó que debido a la situación de violencia que se vive en México afecciones como las crisis de pánico y el estrés postraumático tienden a ir en aumento.

Asimismo, resaltó que el estrés, por diversa índole, laboral, educacional y económico, entre otros, es uno más de los factores que puede generar males mentales. Toda profesión que maneje altos niveles de estrés puede originar enfermedades mentales.

El ex investigador del Instituto Nacional de Siquiatría Ramón de la Fuente de la Secretaría de Salud (Ssa) indicó que 18 por ciento de las enfermedades que provocan pérdida de años de vida saludable son siquiátricas y neurológicas, y agregó que en México también existe una carencia de siquiatras, pues sólo hay alrededor de 3 mil especialistas en todo el país; por ejemplo, en Baja California Sur hay sólo unos 15 siquiatras para todo el estado.

Nenclares Portocarrero, quien actualmente es gerente médico del sistema nervioso central de Pfizer México, aseguró que entre 80 y 90 por ciento de las enfermedades mentales atacan a edades productivas y lamentó que pese a ello no se dé mayor importancia al tema.

En su opinión una de las primeras medidas que se deben tomar es realizar un diagnóstico a nivel nacional a fin dedetectar cómo estamos en salud mental, porque no puede ser que la más reciente encuesta sea la de 2003, la cual se levantó en 2001; por eso urge una nueva. Posteriormente recomendó calcular el monto que costaría atender esos padecimientos y así determinar nuevas políticas, programas e infraestructura.

El especialista indicó que se tienen identificados a escala global cerca de 300 trastornos mentales y acotó que pese a los adelantos en la atención de muchos de los padecimientos y de que en los recientes 20 años se ha avanzado más que en toda la historia en el entendimiento de las neurociencias, las personas que las padecen siguen siendo estigmatizadas.

Indicó que un estudio sobre la opinión negativa acerca del enfermo mental, efectuado en Estados Unidos, arrojó que 23 por ciento considera que alguien que padece depresión es un peligro; 71 por ciento quien sufre esquizofrenia, 65 por ciento respecto a los que consumen alcohol y 74 por ciento estima un peligro a los que consumen drogas. También persiste la idea de que no se recuperan quienes enfrentan estos padecimientos. Así, 23 por ciento estima que la depresión no se supera, 51 por ciento que la esquizofrenia tampoco, 24 por ciento que la adicción al alcohol no se derrota y 32 por ciento que el consumo de drogas tampoco