Preocupa a diputados de izquierda que se reavive la
policía política
Enrique Méndez y Roberto Garduño
Periódico La Jornada
Miércoles 5 de diciembre de 2012, p. 5
Miércoles 5 de diciembre de 2012, p. 5
Los actos de violencia ocurridos en la ciudad de México el primero de diciembre propiciaron un diferendo entre partidos políticos en la Cámara de Diputados. Mientras el Revolucionario Institucional (PRI) sostuvo que las bombas molotov no constituyen democracia, los partidos de la Revolución Democrática (PRD), Movimiento Ciudadano y del Trabajo advirtieron sobre la reaparición de la
policía política.
En la exposición de posturas de cada una de las bancadas, el petista Manuel Huerta adujo que el operativo generó el descontento de los ciudadanos y fue calificado por
el jefe de Gobierno de la ciudad como excesivo y sobre el particular, Jesús Murillo Karam, entonces diputado presidente de la mesa directiva de esta cámara y responsable de la seguridad del recinto, señaló que se trataba de una medida de prevención sana.
El Partido Verde, por medio de su representante, Antonio Cuéllar, realizó una apología de la pobreza, justificando la preservación de ese mal nacional, y demandó castigo para los participantes en los actos violentos.
Los actos vandálicos perpetrados el sábado pasado en las proximidades de este recinto legislativo o en el centro de la ciudad de México y en las cercanías de la Columna de la Independencia no constituyen un reclamo legítimo del pueblo mexicano, no es la voz ni el sufrimiento de la mayoría, ni siquiera de los que sufren. Pedimos que se aplique el castigo más riguroso que contemple la ley en contra de todos ellos y de los que pretendan la anarquía violenta como mecanismo de destrucción del Estado.
En respuesta, el perredista Roberto López Suárez demandó una investigación pronta y exhaustiva del uso de la fuerza pública excesiva y desproporcionada contra manifestantes, así como la utilización de artefactos como balas de goma y gases lacrimógenos para la contención de manifestaciones que fueron convocadas por el movimiento #YoSoy132.
“Esta manifestación estaba convocada de forma pacífica y sin embargo se les recibió con un muro de más de 2 metros, con balas de goma, gases lacrimógenos y un uso excesivo de policías vestidos de civil infiltrados y policías armados. Exigimos una investigación sobre la participación y relación de algunos grupos vestidos de civil, con el rostro cubierto y los guantes blancos en la mano derecha, que ahora se transformaron en negros, porque es la nueva versión de los Halcones.”
Para el panista Jesús Aquino las provocaciones infiltradas en las manifestaciones políticas no son nuevas.
Sabemos bien que existen actores que no tienen esa vocación democrática y civil, y que aprovechan las libertades democráticas para trastocar la convivencia y sembrar el virus de la confusión en nuestra sociedad. Las provocaciones no son nuevas ni tampoco espontáneas ni ciudadanas. El camino de la violencia y la provocación no es de los demócratas en México.
En su turno, el priísta Arnoldo Ochoa dijo que
las bombas molotov no construyen democracia ni la sociedad moderna a la que aspiramos todos quienes queremos preservar el estado de derecho y deseamos una sociedad más democrática.
En respuesta, Ricardo Monreal, coordinador de Movimiento Ciudadano, repuso contra el discurso del priísta mexiquense: “Cuando escucho estos discursos retóricos me hacen recordar y revivir los mensajes de Díaz Ordaz, cuando hablaba, como aquí se habla, de la preservación del orden jurídico, del estado de derecho, del ataque a las instituciones y a nuestra democracia, es un discurso que están sacando de los enlatados más arcaicos para justificar actitudes totalitarias, insostenibles e inaceptables
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