Escuchen a los abuelos"
RIO DE JANEIRO, Brasil, 26 de julio (OEM-AP).- El Papa Francisco elogió hoy a los ancianos durante la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebra en la ciudad, cuando dijo que los abuelos son fundamentales para la transmisión de la sabiduría y del patrimonio religioso, y que su diálogo con los jóvenes es un "tesoro a preservar y fortalecer".
El mensaje de Francisco no sólo se ha centrado en la juventud católica presente en esta jornada sino también en la generación de sus abuelos. Esta preocupación por los más viejos ha hecho parte del trabajo pastoral de Francisco desde que estaba en Argentina, impulsado en parte por el crucial papel que jugó su propia abuela en su desarrollo espiritual y como una deferencia a su predecesor en el pontificado, Benedicto XVI.
Hablando desde el balcón del Palacio Arzobispal de San Joaquín, Francisco, recordó que hoy se celebra el Día de los Abuelos en muchos lugares del mundo y que los jóvenes deben aprovechar esa oportunidad para honrar y agradecer a sus abuelos por la sabiduría que comparten.
"En estas jornadas de la juventud, los jóvenes quieren saludar a los abuelos", dijo el Pontífice antes de pronunciar la oración del Angelus en un balcón del Palacio Arzobispal, ubicado al sur de Río. "Los saludan con todo cariño y les agradecen el testimonio de sabiduría que nos ofrecen continuamente".
El Papa almorzó hoy con 12 jóvenes de varios países del mundo.
"La acogida fue fantástica", dijo una joven colombiana que solamente se identificó con su nombre: Paula.
El Papa dijo que la visión actual del mundo es economicista y "ha dejado de lado la visión humanista. Nos dijo que tenemos que volver a esa visión más enfocada en el hombre.
"Nos hizo unas preguntas, pero nos pidió que no las respondiéramos en ese momento sino después, en oración. ¿Por qué están muriendo jóvenes en las calles? ¿Por qué hay gente sufriendo?.. Al final, nos dio una misión: amar a los otros", dijo Paula.
Horas antes, el Pontífice ofició una misa para sus compañeros de orden, los jesuitas, y confesó hoy a un grupo de jóvenes en un parque de la ciudad antes de dar inicio a uno de los actos más solemnes de esta versión de la Jornada Mundial de la Juventud, una puesta en escena del viacrucis en el corazón de la playa de Copacabana, conocida por ser el centro de la agitada vida nocturna de Río de Janeiro.
Francisco también ofreció una oración al mediodía y se reunió con un grupo de adolescentes privados de libertad en el Palacio Arzobispal, en lo que ha sido otra de sus prioridades que data de sus días como sacerdote, obispo y arzobispo de Buenos Aires, que hace parte de su creencia de que la Iglesia Católica debe estar más cerca de los marginados y olvidados de la sociedad.
Incluso ahora como Papa, Francisco llama cada dos semanas a un grupo de jóvenes que están en un centro de detención de Buenos Aires, para mantenerse en contacto con ellos.
Así revela "su deseo de estar cerca de la gente", dijo el vocero Federico Lombar
El mensaje de Francisco no sólo se ha centrado en la juventud católica presente en esta jornada sino también en la generación de sus abuelos. Esta preocupación por los más viejos ha hecho parte del trabajo pastoral de Francisco desde que estaba en Argentina, impulsado en parte por el crucial papel que jugó su propia abuela en su desarrollo espiritual y como una deferencia a su predecesor en el pontificado, Benedicto XVI.
Hablando desde el balcón del Palacio Arzobispal de San Joaquín, Francisco, recordó que hoy se celebra el Día de los Abuelos en muchos lugares del mundo y que los jóvenes deben aprovechar esa oportunidad para honrar y agradecer a sus abuelos por la sabiduría que comparten.
"En estas jornadas de la juventud, los jóvenes quieren saludar a los abuelos", dijo el Pontífice antes de pronunciar la oración del Angelus en un balcón del Palacio Arzobispal, ubicado al sur de Río. "Los saludan con todo cariño y les agradecen el testimonio de sabiduría que nos ofrecen continuamente".
El Papa almorzó hoy con 12 jóvenes de varios países del mundo.
"La acogida fue fantástica", dijo una joven colombiana que solamente se identificó con su nombre: Paula.
El Papa dijo que la visión actual del mundo es economicista y "ha dejado de lado la visión humanista. Nos dijo que tenemos que volver a esa visión más enfocada en el hombre.
"Nos hizo unas preguntas, pero nos pidió que no las respondiéramos en ese momento sino después, en oración. ¿Por qué están muriendo jóvenes en las calles? ¿Por qué hay gente sufriendo?.. Al final, nos dio una misión: amar a los otros", dijo Paula.
Horas antes, el Pontífice ofició una misa para sus compañeros de orden, los jesuitas, y confesó hoy a un grupo de jóvenes en un parque de la ciudad antes de dar inicio a uno de los actos más solemnes de esta versión de la Jornada Mundial de la Juventud, una puesta en escena del viacrucis en el corazón de la playa de Copacabana, conocida por ser el centro de la agitada vida nocturna de Río de Janeiro.
Francisco también ofreció una oración al mediodía y se reunió con un grupo de adolescentes privados de libertad en el Palacio Arzobispal, en lo que ha sido otra de sus prioridades que data de sus días como sacerdote, obispo y arzobispo de Buenos Aires, que hace parte de su creencia de que la Iglesia Católica debe estar más cerca de los marginados y olvidados de la sociedad.
Incluso ahora como Papa, Francisco llama cada dos semanas a un grupo de jóvenes que están en un centro de detención de Buenos Aires, para mantenerse en contacto con ellos.
Así revela "su deseo de estar cerca de la gente", dijo el vocero Federico Lombar
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