Con más gasolinazos, Peña Nieto busca nivelar el presupuesto 2014
Los del PRD
aceptaron venderse por unos cuantos beneficios, insisten los panistas
Los diputados Manlio Fabio Beltrones, Arturo Escobar, Luis Alberto Villarreal y José Isabel Trejo durante la discusión de la Ley de IngresosFoto Roberto García
Roberto Garduño y Enrique Méndez
Periódico La Jornada
Sábado 19 de octubre de 2013, p. 3
Sábado 19 de octubre de 2013, p. 3
Los ingresos que propuso el presidente Enrique Peña Nieto para el próximo año, de 4 billones 470 mil 249 millones de pesos, quedaron garantizados ayer con los gasolinazos mensuales, el aumento en el precio estimado del petróleo y la paridad peso-dólar, que se aplicarán en sustitución del IVA en colegiaturas, intereses hipotecarios, renta y venta de casas habitación, y la tasa diferenciada del impuesto sobre la renta (ISR).
Aunque el PAN mantuvo en el discurso su rechazo a la cascada de nuevos impuestos, sólo una minoría de sus diputados votó en contra y algunos de plano se salieron del salón de plenos. El PRD ahondó su división interna por el aval de la corriente de los chuchos al paquete fiscal 2014, y escenificó un debate con legisladores de otras bancadas que le reprocharon su nueva alianza con el tricolor.
Con los ajustes realizados a la iniciativa presidencial, la Comisión de Hacienda asumió la postura de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, expresada la víspera, en el sentido de que los ajustes en la ley del IVA y del ISR provocaron una caída de 55 mil millones de pesos en la recaudación pronosticada.
Aun así, se prevé una recaudación por ISR de un billón 11 mil 500 millones; por IVA de 609 mil 392 millones; de 12 mil 455 millones por el impuesto a los refrescos; de 3 mil 500 millones por gravar la comida chatarra; de 785 mil 383 millones por derechos a los hidrocarburos, y de 580 mil 757 millones por el déficit de 1.4 por ciento, entre otros rubros.
Los remedios
En la tribuna, el presidente de la comisión, José Isabel Trejo, explicó que la baja en la recaudación se tapará de la siguiente manera: la aplicación de la Secretaría de Hacienda de fondos por 5 mil millones de pesos; un recorte de mil 989 millones en el gasto programable, y un ajuste de 8 mil millones en adefas (adeudos del ejercicio fiscal anterior).
Asimismo, con un aumento en el precio estimado del barril de petróleo crudo de exportación, de 81 dólares como propuso el Ejecutivo, a 85 dólares, por lo que se calculan ingresos de 16 mil 512 millones de pesos; un ajuste en el tipo de cambio de 30 centavos, para que la paridad se ajuste de 12.60 pesos por dólar, a 12.90, con lo que se prevén ingresos adicionales por 10 mil 99 millones de pesos. Y con el incremento al
desliz mensuala los combustibles.
Según la Comisión de Hacienda, no gravar las colegiaturas implica una caída de 13 mil 100 millones de pesos en la recaudación, y 8 mil 900 millones por no aplicar impuesto al sector de la vivienda.
El primer rubro se cubrirá prácticamente con los gasolinazos. En su iniciativa del 8 de septiembre, el Ejecutivo planteó que el incremento mensual por litro de gasolina Magna fuera de sólo 6 centavos, y de 8 centavos por litro de Premium y de diésel.
Ayer la Cámara de Diputados elevó los montos de esa propuesta a 9 centavos por litro de gasolina Magna, así como de 11 por litro de Premium y de diésel.
La nueva mayoría rechazó una propuesta de la diputada Lilia Aguilar Gil (PT) para que los ingresos no se apuntalen con los gasolinazos, sino de ajustar aún más el precio por barril de petróleo, “que –dicen los que saben– aún está subestimado”.
La decisión de respaldar el paquete –que se enviará al Senado a revisión– volvió a dividir el voto en las bancadas de los principales partidos de oposición. De los 387 votos en favor de la Ley de Ingresos, 203 fueron del PRI, 79 del PAN y 72 del PRD, así como 23 de PVEM y 10 Nueva Alianza. De los 52 en contra, ocho fueron de panistas y 23 de perredistas, así como 17 de Movimiento Ciudadano y únicamente cuatro del PT.
Se registraron además 30 abstenciones: de éstas, 23 fueron del PAN, una del PRD y seis del PT.
Los panistas insistieron en que un sector del PRD
aceptó venderse por unos cuantos beneficios, como acusó José Gastélum. Además, afirmó que el paquete fiscal y de ingresos contiene tasas confiscatorias para los contribuyentes con ingresos anuales superiores a 3 millones de pesos, y sostuvo que incrementar la carga tributaria no solucionará la recesión económica.
Las posturas políticas se avivaron. El diputado Manuel Huerta (PT) propuso la creación de un
mural de la ignominiacon los nombres de los legisladores que votaron por más impuestos.
Rodrigo González Barrios, que se ha formado al amparo de Guadalupe Acosta Naranjo, expresó desde la tribuna:
Ya me pueden ir anotando, porque sí estoy de acuerdo en que se grave con 10 por ciento las ganancias en la bolsa de valores.
En contraparte, la diputada Claudia Bojórquez (PRD) acusó a la mayoría que domina la bancada:
nos entregaron, aprobando estas reformas. Ofrezco una disculpa a todos los mexicanos, porque no todos estamos vendidos ni dispuestos a vendernos.
El tono de las posturas fue en ascenso. Ricardo Mejía Berdeja, vicecoordinador de Movimiento Ciudadano, calificó al PRD de una
izquierda paraestatal, en ejercicio de una prostitución política deplorable.
Manuel Huerta subió a la tribuna con una reproducción de la fotografía de La Jornada en la que el entonces coordinador del PRI, Humberto Roque Villanueva, festejó el aumento a 15 por ciento en la tasa del IVA.
“Todos se acuerdan de esta fotografía, de José Antonio López, que –hay que reconocerlo– difícilmente un fotoperiodista capta la esencia de lo que ocurre en este Congreso”.
Y mientras emulaba la roqueseñal, dijo:
¡Así nos tratan como hizo Roque, así! Eso ocurrió en la 56 Legislatura. Trescientos priístas subieron el IVA y ahí empezó la tragedia de los mexicanos.
Durante la madrugada, panistas y perredistas intercambiaron críticas por la postura de Acción Nacional en contra del impuesto de un peso por litro de bebidas endulzadas, y del PRD por defender únicamente ese gravamen, pero dejar fuera un incremento a tabacos labrados, bebidas alcohólicas y cervezas.
El panista Víctor Serralde encaró a Fernando Zárate (PRD), a quien sus propios compañeros le cuestionaron por qué sólo defendió el impuesto a los refrescos, pero no a cigarros y bebidas alcohólicas.
Es difícil hablar de agricultura con quien no siembra ni un pepino en su jardín. Responda, ¿cuánto le agarró al alcalde Bloomberg, de Nueva York, para defender esta guerra contra el azúcar?, cuestionó Serralde
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