"En la Rusia de Putin no se permite hablar y la gente no es escuchada", dice Pussy Riot

En la Rusia de Putin no se permite hablar y la gente no es escuchada, dice Pussy Riot

Maria Aliojina y Nedeshda Tolokonnikova, intregrantes de Pussy Riot, durante la conferencia de prensa que ofrecieron ayer luego de arribar a MoscúFoto Xinhua

Dpa, Afp y Reuters

 

Periódico La Jornada
Sábado 28 de diciembre de 2013, p. 18

Moscú, 27 de diciembre.

Lo peor en la Rusia de Putin es que a uno no se le permite hablar ni es escuchado, afirmó este viernes Nadeshda Tolokonnikova, una de las integrantes del grupo musical Pussy Riot, quien junto con su compañera Maria Aliojina fue excarcelada el lunes pasado por una amnistía del Kremlim.
En una rueda de prensa a su arribo a Moscú procedente de la región siberiana de Krasnoyarsk, donde cumplieron su condena, las dos mujeres renovaron su campaña contra el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y anunciaron que en el futuro quieren luchar por mejores condiciones para los presos.
El objetivo sigue siendo que el presidente abandone el Kremlin, sostuvo Aliojina. En lo que respecta a Putin, nuestra posición no ha cambiando. Queremos seguir haciendo aquello por lo cual nos encarcelaron: echarlo, confirmó Tolokonnikova.
Para ambas el presidente idóneo para Rusia sería Mijail Jodorkovski, el ex magnate y opositor que también fue liberado por la misma amnistía que permitió salir de prisión a Aliojina y Tolokonnikov y que actualmente se encuentra en Berlín.

Putin es un chequista cerrado, opaco, con muchos temores, expresó Tolokonnikova en referencia a los miembros de la Checa, la policía secreta que precedió la KGB soviética. Añadió: El presidente de verdad cree que Occidente constituye una amenaza para nuestro país.
Aliojina secundó: Para Putin siempre hay conspiraciones, sospechas. Si una persona trata de controlar todo, tarde o temprano se le escapará el control. En primer lugar, porque es imposible controlar todo.
Tras su paso por la cárcel, lo prioritario ahora para las Pussy Riot es luchar por mejores condiciones humanitarias para los presos. En los campos de castigo rusos hay personas que se encuentran al borde de la muerte, afirmó Aliojina, quien recordó cómo las mujeres encarceladas las elogiaban por no tener miedo por protestar contra el poder