Garantizar el acceso a la prueba de detección de cáncer de mama a todas las mujeres a partir de los 40 años de edad implicaría para el sistema nacional de salud contar con mil 205 mamógrafos. Actualmente existen 505 y la necesidad de hacer el mejor uso de los recursos económicos disponibles, reconoció Mauricio Hernández Ávila, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud.
El gobierno federal no tiene ninguna intención de ahorrar dinero
con la actualización de la Norma Oficial Mexicana (NOM) 041 para la prevención, detección, tratamiento y control del cáncer de mama, aseguró, pero tampoco es ético hacer una detección temprana si no existe la capacidad de personal e infraestructura para dar seguimiento y realizar la confirmación diagnóstica.
Lo anterior tiene relación con el anteproyecto de NOM 041 que plantea realizar las pruebas diagnósticas a mujeres de 40 a 49 años de edada cada dos años, cuando existan antecedentes directos de cáncer de mama (madre, hijas o hermanas) y previa indicación y asesoría médica.
En entrevista, explicó que el estudio mamográfico conlleva riesgos si se efectúa en mujeres menores de 50 años porque se pueden obtener resultados falsos positivos, lo cual ocasiona tratamientos médicos innecesarios.
Rechazó que se pretenda negar el acceso al examen. Más bien, dijo, se busca hacer uso racional de la herramienta por los riesgos que lleva y debido a que las afectadas con el tumor maligno en ese grupo de edad son las que tienen antecedentes familiares. La NOM plantea que estas mujeres tengan acceso directo al estudio clínico.
La Coalición Mexicana por la Salud Mamaria (Comesama), que agrupa a 16 organizaciones civiles, insistieron en que más de 90 por ciento de las mujeres que desarrollan cáncer mamario carecen del factor hereditario y que hay falsos negativos por lo que rechazaron que la posibilidad de error sea un obstáculo para garantizar el derecho de las mujeres a decidir sobre su salud.
María Elena Maza, de la Asociación Mexicana contra el Cáncer de Mama, comentó que los diagnósticos falsos positivos son frecuentes en países que cuentan con programas de diagnóstico sólidos y con capacidad para detectar lesiones muy pequeñas, susceptibles de confundirse con una neoplasia. No es el caso de México, donde la mayoría de los tumores se detectan en etapas avanzadas. Tal vez, dentro de 10 años si se mantiene la meta de fortalecer la estrategia de prevención, diagnóstico y tratamiento, lleguemos a esos niveles
.
Respecto de las declaraciones sobre el incremento de casos de cáncer de mama en jóvenes, información proporcionada por Hernández Ávila sostiene que la tendencia ascendente se observa en mujeres de 60 y más años de edad, con incrementos de por lo menos 15 por ciento anual.
Puntualiza que los análisis deben hacerse con base en datos oficiales. No es adecuado tomar en cuenta información anecdótica o de hospitales de concentración
que no reflejan la realidad nacional. El número de casos y defunciones aumenta porque la población ha ido en aumento, por el envejecimiento y mayor frecuencia de los factores de riesgo, pero no afecta más a las jóvenes. Eso es un mito
, afirma.
Para las organizaciones que integran Comesama, ese argumento no es sólido, pues aunque no existen datos confiables sobre incidencia del padecimiento –sólo se cuenta con datos de muertes– no se debe desdeñar información de organismos como Grupo Reto o la Fundación Cimab, entre otras, que se han erigido en alternativas al poner al alcance estudios de detección oportuna.
Maza confió en que la Secretaría de Salud cumplirá el compromiso que hizo el viernes para modificar el texto del anteproyecto de NOM para garantizar que quienes soliciten realizarse la prueba puedan hacerlo previa consejería médica, sobre todo si se trata de mujeres menores de 50 años de edad
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