Los 2 casos recientes aquí, importados de Europa
Domingo 7 de agosto de 2011, p. 38
La erradicación del sarampión a escala mundial es posible. Así lo demuestran los logros en América, donde el padecimiento se eliminó desde 2002; y México dos años antes. En el resto del planeta, cuatro regiones se fijaron 2020 como plazo para alcanzar esta meta. El principal reto es lograr coberturas de vacunación superiores a 90 por ciento, lo que aún no se alcanza, como lo evidencia el resurgimiento del mal en Europa y su permanencia en Asia suroriental, asegura la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este es un tema al que el organismo internacional le da un seguimiento puntual, e incluso ha sido motivo de reuniones e informes, el más reciente de marzo de 2010, donde se advierte que a partir de 2009 disminuyó el financiamiento para apoyar a las naciones más pobres.
De 150 millones de dólares con que contó en 2008 la Iniciativa de Lucha contra el Sarampión, pasó a unos 50 millones de dólares el año siguiente. El reporte destaca que de mantenerse esta tendencia a la baja en los recursos, la enfermedad podría resurgir. Menciona que entre 2010 y 2013 los 47 países considerados prioritarios serían afectados por un aumento en la mortalidad por sarampión y llegar a 1.7 millones de decesos.
Esto haría peligrar el cumplimiento del punto 4 de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, relativo a la mortalidad de los niños menores de cinco años de edad.
Con respecto a América Latina, la OMS recordó que en noviembre de 2002 la región anunció que había logrado interrumpir la transmisión del padecimiento con acciones como la vacunación universal –con coberturas superiores a 90 por ciento– y una vigilancia epidemiológica estrecha.
En México esto ha significado, en lo que va del año, la identificación de más de 400 casos de enfermedad febril exantemática (salpullido o ronchitas) que eventualmente pudieran ser sarampión. Sin embargo, los estudios de laboratorio han confirmado sólo dos casos de la dolencia, ambos en personas que viven o estuvieron de viaje en las ciudades de París y Londres.
Aunque la cobertura nacional de inmunización en niños de un año de edad es superior a 90 por ciento, la Secretaría de Salud (Ssa) informó de la compra adicional de vacunas para aplicarlas a cerca de dos millones de personas menores de 39 años que no la hayan recibido o no hayan tenido la enfermedad previamente.
En 2008, con el fin de abatir el riesgo de rubeola congénita, se realizó una campaña de vacunación entre los jóvenes de 19 a 29 años de edad, lo que resultó benéfico en ese momento y ahora, porque el biológico contiene también la protección contra sarampión y parotiditis (paperas).
A esto se debe que el riesgo de un resurgimiento de la enfermedad en el país es muy bajo, aseguran los especialistas, y se apoyan en las estadísticas. Una vez que se inició el programa de vacunación universal en 1991, la prevalencia del mal descendió drásticamente. Mientras en 1990 se reportaron 68 mil 782 casos, para 1991 fueron 5 mil 77, y un año después la cifra descendió a 846. En 1996 se presentaron los dos últimos casos provocados por virus autóctono.
Posteriormente hubo más afectados, pero por virus provinientes de otros países. En 2006 se registraron los últimos pacientes de este tipo. Por eso, estaba en marcha el proceso ante la OMS para declarar la erradicación del sarampión, como ya se hizo con la poliomielitis en 1991, y cuatro décadas antes con la viruela
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