En México, 4.5 millones han usado estupefacientes al menos una vez en su vida
Lunes 3 de octubre de 2011, p. 16
Desde la creación del Centro Mexicano de Estudios en Farmacodependencia, pionero en el país, ya transcurrieron casi 40 años. Hoy las adicciones son un problema grave, en aumento, para el cual todavía no hay solución. En parte, señaló Francisco Schnaas Arrieta, presidente de la Sociedad Mexicana de Neurología y Siquiatría, debido a que es un asunto de envergadura global, en el cual intervienen todo tipo de intereses.
A lo largo de estos años también ha sido destacado el avance de la investigación científica y clínica en la comprensión de la estructura y funcionamiento del cerebro y, sobre todo, de las áreas relevantes para que las personas se vuelvan adictas. Aunque ello ha sido bueno, tampoco alcanza para ofrecer a todos los pacientes alternativas que les permitan superar la enfermedad.
De hecho, comentó, 85 por ciento de consumidores de sustancias legales o ilegales las abandonan sólo hasta que lo han decidido realmente, cuando el costo de la adicción es mucho mayor que el placer obtenido.
En entrevista, con motivo del Congreso Nacional las Adicciones Hoy: una Visión Integral, que se llevará a cabo los días 10 y 11 de octubre en el campus Santa Fe del Centro Médico ABC, Schnaas, especialista en siquiatría y sicoanálisis, destacó que el incremento de la problemática se refleja claramente en la cantidad de unidades de rehabilitación que se han creado para atender a los enfermos.
A finales de la década de los 60 se crearon los centros de Integración Juvenil. Entonces eran 28. Actualmente ya suman 113 unidades y también están los más de 300 centros Nueva Vida, construidos por el gobierno federal.
El Centro Mexicano de Estudios en Farmacoeconomía, que dirigía Guido Belsasso, se transformó en 1979 en el Centro Mexicano de Salud Mental, para luego dar paso al actual Instituto Nacional de Siquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, a cargo de María Elena Medina Mora.
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Adicciones 2008, en el país 4.5 millones de personas han utilizado drogas al menos una vez en la vida y hay 500 mil adictos a sustancias ilegales. Además, existen 18 millones de fumadores y 25 millones de individuos consumen alcohol en exceso.
A pesar de las cifras, comentó Schnaas, éstas no se comparan con los niveles de consumo que se reportan en Estados Unidos y los países europeos. De cualquier manera, apuntó, es un tema que debe atenderse y buscar los mecanismos para detenerlo.
El congreso nacional
Para ello es fundamental comprender que se requiere una visión integral y multidisciplinaria, como la que se propondrá en el congreso nacional. Schnaas comentó que el objetivo es plantear los diferentes enfoques desde los que se debe abordar el problema de las adicciones y observar cuál es el impacto y costo social que ha tenido para el país.
Incluso es necesario conocer las teorías hasta cierto punto divergentes, que por un lado ven las adicciones como enfermedad, mientras otras plantean que se trata de un asunto de elección.
En el ámbito científico destacan los trabajos del Instituto de Investigación sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos, que dirige Nora Volkow. Durante el congreso, el médico Gene Jack Wang, jefe del equipo de investigación, presentará los adelantos en materia de imagenología, que ubican las áreas enfermas del cerebro de personas adictas.
También habrá una presentación de Gene Heyman, experto en sicología experimental, quien dará a conocer su teoría de que la adicción es una enfermedad de elección y que los adictos dejan de serlo por decisión propia. Además habrá conferencias de expertos, quienes abordarán el tema desde las perspectivas social y jurídica.
Respecto de la evolución que ha tenido en México el consumo de drogas, Schnaas subrayó que en un principio, entre los años 60 y 70 del siglo pasado, se limitaba al uso de inhalantes volátiles, principalmente entre niños de la calle, así como la mariguana en los estratos sociales marginados y los hippies.
Recordó que en esa época los médicos incurrieron en abuso con la prescripción de tranquilizantes, sobre todo para amas de casa. Había una concepción equivocada de que si las señoras presentaban síntomas de neurosis, lo mejor era darles esos fármacos para que no dieran problemas
. Lo que se vio era que desarrollaban problemas de adicción.
Eso cambió, afirmó Schnaas. Hubo consenso entre los médicos para limitar al máximo ese tipo de prescripciones. El tema de las adicciones se transformó paulatinamente, de tal suerte que ahora la cocaína tiene un papel preponderante en la prevalencia de consumo, igual que la mariguana, y en la zona norte del país destaca el uso de drogas inyectables.
De igual manera, existen nuevos métodos de tratamiento, pero todavía insuficientes para lograr una cura. El de las adicciones es un asunto quetodavía no acabamos de resolver, indicó
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