Lunes 3 de octubre de 2011, p. 19
La violencia imperante en México, desatada por causas económicas, sociales, geopolíticas y militares, está configurando escenarios preocupantes de amenazas extremas muy graves y complejas, señaló Félix Hernández Gamundi, dirigente del Comité 68, en la conmemoración del 142 aniversario del natalicio de Mahatma Gandhi y el Día Internacional de la No Violencia.
En el acto, celebrado en el monumento al libertador indio también participó el coordinador de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México, Sealtiel Alatriste, quien señaló que para la máxima casa de estudios la no violencia es uno de sus principios fundamentales.
En tanto, la organización Ora World Mandala hizo un pronunciamiento en el que afirma que se busca generar un punto de encuentro entre todos aquellos ciudadanos que aspiren a contribuir en el proceso de construcción de la paz, objetivo en que Gandhi persistió a lo largo de su vida, incluso en los momentos críticos, como base para una efectiva transformación social
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Hernández Gamundi indicó que las dos efemérides, el natalicio del luchador social y los atroces acontecimientos del 2 de octubre de hace 43 años en México, tienen un significado mucho mayor por la violencia actual en el país.
Las víctimas, del pueblo
Planteó que la situación se agrava por el hecho de que las fuerzas políticas mantienen indefiniciones precisas, ocultamientos deliberados, silencios cómplices y confusiones. La única verdad categórica que puede sostenerse inequívocamente es que las víctimas de la violencia prevaleciente de uno u otro lado, son parte del pueblo de México.
Demandó un alto a la violencia contra el pueblo. Ya que, según dijo, la guerra no sólo es por motivos de narcotráfico, sino que también hay fenómenos asociados a la negligencia criminal de las autoridades empeñadas en la aplicación de políticas que afectan al país, permisivas de una explotación mercantil excesiva, y que a la vez ignoran las normas de seguridad y llevan a la muerte de más mexicanos; que lo mismo mandan a la calle a 45 mil trabajadores de Luz y Fuerza a que padezcan un lacerante desempleo, que se intenta aplicar a toda costa una legislación laboral lesiva y regresiva para los trabajadores. Ésta, también es violencia, dijo
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