Comer y beber en exceso durante las fiestas decembrinas no sólo ocasiona un aumento del peso corporal, también conlleva riesgos serios para la salud. La ingesta excesiva de alcohol y alimentos con alto valor calórico puede tener efectos dañinos en hígado y páncreas, así como un aumento del colesterol, y elevar la posibilidad de padecer diabetes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que el consumo de bebidas alcohólicas en reuniones sociales es frecuente en muchos lugares del mundo, pero esta práctica puede tener consecuencias sanitarias y sociales negativas relacionadas con sus propiedades tóxicas y la dependencia que puede producir.
La ingesta peligrosa ocasional, así como el beber de forma frecuente, pueden generar serios trastornos, pues según el organismo multinacional ingerir bebidas alcohólicas en exceso y de forma nociva ocupa el tercer lugar mundial entre los factores de riesgo de enfermedades y discapacidad.
Se estima que cada año mueren 2.5 millones de personas por el consumo excesivo de alcohol. Los jóvenes de entre 15 y 29 años son uno de los sectores poblacionales más afectados, pues anualmente fallecen 320 mil por causas relacionadas con las bebidas alcohólicas.
La OMS advierte que beber con exceso no sólo pone en riesgo la salud de quienes tienen una adicción al alcohol o un consumo peligroso ocasional, la embriaguez eleva la posibilidad de sufrir accidentes de tránsito o incurrir en actos de violencia que afecten a familiares, amigos o compañeros de trabajo.
Beber en exceso también incrementa la posibilidad de tener enfermedades cardiovasculares, cirrosis hepática, diversos tipos de cáncer e infecciones, debido al debilitamiento del sistema inmunológico, e incluso de trastornos neurológicos.
Gladys Bilbao, nutrióloga y especialista de la Universidad Iberoamericana, advirtió que beber y comer en exceso puede afectar el hígado, favorecer la obesidad y la diabetes. Por ello, señaló que durante las fiestas decembrinas se debe cuidar el consumo de alcohol y alimentos altamente calóricos, con una dieta balanceada, en la que sólo se permita la ingesta moderada de bebidas y bocadillos.
Los riesgos para la salud que implica una dieta altamente calórica en un periodo muy corto de tiempo y un exceso de alcohol, indicó, demandan tener moderación en todos los sentidos
, pues recordó que 60 mililitros (un cuarto de taza) de cualquier destilado (vodka, ron, whisky o tequila) tiene 140 calorías, es decir, es igual al consumo de dos tortillas o rebanadas de pan blanco.
Si a la bebida alcohólica se agrega una lata de refresco regular, que contiene 200 calorías, es igual a comer cinco tortillas o cinco rebanadas de pan blanco. Si consideramos que hay quienes consumen 10 bebidas alcohólicas es como si ingirieran una barra completa de pan de caja o un kilo de tortillas
.
no sólo el tipo de bebida, también la cantidad, pues agregó que
lo peor que podemos hacer es saltarnos una de las comidas diarias e incurrir en excesos en esta temporada decembrina
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